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Un abrazo conmovedor después de tanto dolor

Silvana Capello, la mamá de Agustina Fernández, escuchó en la tercera audiencia el testimonio del mozo que compartió las últimas horas de vida con su hija.

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EL DIARIO digital

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Hubo un primer abrazo, después del dolor interminable que marcó sus vidas. Y ocurrió este miércoles, cuando finalizó la tercera audiencia del juicio por el crimen de la estudiante de Medicina, Agustina Fernández.

La mamá de la joven asesinada, Silvana Capello, sintió algo muy especial cuando abrazó a Natanael Carrasco, un chico con el que Agustina tuvo un encuentro la tarde previa al ataque.

"Conocerlo me confirmó que ella lo había elegido en ese momento por decisión de ella, compartir momentos con él. Me alegró escucharlo, yo no había tenido contacto con él. Lo abracé dos veces y le dije que continuará con su vida, que, si Agus lo había elegido, por algo era. Estoy más que segura que es buena persona, le agradecí porque sé que ella estaba bien con él", señaló Capello al término de la tercera audiencia, en declaraciones a LU19.

Natanael Carrasco tuvo, durante la tarde previa al ataque contra Agustina, un encuentro en el departamento que alquilaba la joven. En su declaración, Carrasco, que es mozo de un bar de Cipolletti, dio detalles de las tres horas que pasaron juntos, momento en el que mantuvieron relaciones sexuales.

Los pormenores de esas horas de pasión que hubo entre la víctima y el mozo servirán para reforzar la teoría de la Fiscalía y la querella. Parra, en su obsesión por Agustina, controló sus movimientos, supo que ella estaba con otro hombre, escuchó por las paredes y cuando Natanael se fue del complejo de departamentos, activó su plan para matarla.

Carrasco, en un momento de su declaración, dijo sentir culpa porque luego de haber pasado ese momento apasionado, Agustina le pidió que se quedara a dormir en su departamento. El joven tenía que irse a trabajar y se marcó. "Nadie estaba en la mente macabra de este señor que la atacó y nosotros no tenemos nada de que culparnos, pero es difícil continuar", dijo al respecto Silvana Capello.

La noticia del ataque a Agustina Fernández

El 2 de julio a las 8:45, Silvana recibió un llamado desde un 299. Era Pablo Parra, vecino-amigo de Agustina. Llamó de un teléfono de una vecina y dijo "me han visto salir y entraron a robar". Y cortó. Enseguida, Silvana llamó a su marido y partieron para Cipolletti, desde La Pampa.

La mujer contó que "para el día del padre vinimos los tres: madre, padre y su hermanita. Ella saludó a un mozo y se sonrojó, me di cuenta de que le gustaba".

El joven era Natanael, el chico con quien estuvo la tarde previa al crimen. Para los acusadores, ese fue el detonante del ataque (por parte de Pablo Parra). "Nunca tuve la duda que había sido él", dijo Capello en medio del juicio. Silvana no había visto a Natanael desde el crimen de su hija. Fue, el de este martes, un encuentro muy fuerte para ambos. Porque el joven mozo del bar Antares fue la ultima persona que vio a Agustina ser libre, elegir, antes del ataque le puso fin a una vida llena de sueños.

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