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EL DIARIO digital
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El radicalismo aceita su acuerdo para evitar una interna más y se afina un consenso que llevará a Martín Berhongaray a la presidencia del partido.
Para ello, el propio Berhongaray trabaja con paciencia y cautela distintas formas de consenso, porque se quiere garantizar un Comité Provincial fortalecido y con la participación de los distintos sectores internos, especialmente las intendencias.
La Celeste incluso tiene bajo evaluación la posibilidad de que esta vez el Comité Capital lo conduzca un referente de otro sector.
Esa situación de diálogo y negociación es la que tiene a la principal dirigencia en silencio público, atando las partes y tratando de garantizar que cuando llegue el 24 de noviembre, fecha plazo para la presentación de listas para la renovación de autoridades, no haya ruidos extraños.
Visibilidad para intendencias
El acuerdo que teje Berhongaray, de la mano del jefe de la bancada legislativa Poli Altolaguirre, necesita del aval del sector Azul, que tiene dirigentes visibles y de importancia, y del espacio que lidera el senador Daniel Kroneberger. Esos puentes están tendidos y hay un principio de aceptación de varias condiciones del arreglo.
La hipotética elección de autoridades está convocada para el 14 de diciembre.
La idea es que el Comité quede fortalecido, que esta vez a diferencia de lo que es histórico, las intendencias tengan peso en las decisiones y visibilidad en la estructura, y tratar de salir de la vieja disputa entre líneas de colores.
Aunque a los cargos todavía no se les pone nombres, sí estaría definido que las intendencias propongan sus representaciones por región, con la idea de que también se grafique en la conducción la cuestión territorial.
Entre la amplitud y las grietas
Berhongaray repite entre afiliados y militantes la necesidad de amplitud y generosidad para que no haya resentimientos ni disconformidades internas. Incluso se evalúa por eso mismo la posibilidad de que el Comité Capital esta vez no quede en manos celestes, como ya es un clásico, sino que pueda ser presidido por otro sector, posiblemente el Azul de Francisco y Javier Torroba.
De todos modos, hay heridas que no cierran. La situación que se generó en el bloque a partir de la licitación de Medanito elevó las rispideces hasta generar una ruptura. Los involucrados tienen que terminar de cerrar esa grieta si se proponen ir por el mismo camino.
A contramano de la prudencia general en la dirigencia, que mantiene conversaciones sin gritar en los medios, en las últimas horas sí se mandó por su cuenta Rubén Prieto, autopostulándose como posible presidente de ese organismo.