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EL DIARIO digital
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Beto Desuque: Buenas, buenas, buenaaassss ¿qué tal, qué tal, qué tal?
Mesero: Hoooola, Betito querido y del alma, ¿cómo te trata la vida, qué decís, cómo andás?
Beto Desuque: Ponele que un poco mejor que la semana pasada.
Mesero: ¿En serio? ¿Pese a todo?
Beto Desuque: Bueno, no. Vamos por partes y aclarando. Esta semana por fin volvió un poco el sol, che. Una semana más de frío y me terminabas sirviendo el cortado con bufanda.
Mesero: Y eso que es primavera. Santa Rosa tiene estaciones como los últimos gobiernos, je: impredecibles y llenas de nubarrones.
Beto Desuque: Como para Racing, pobre. Se quedó sin ilusión de Libertadores. Se estrelló contra la realidad.
Mesero: Y bueno bastante la peleó, ¿no? Tampoco le daba para mucho más y hace rato que los brasileros ganan todo.
Beto Desuque: Ponele que a veces el fútbol y la política se parecen: todos prometen remontadas.
Mesero: Bueno, acá el peronismo bancó los trapos
Beto Desuque: Uf. Con lo justo. Mientras el país se tiñó de violeta libertario, acá salvaron la ropa los muchachos.
Mesero: El Ruso Ziliotto se sostuvo en pie.
Beto Desuque: Surfeó la ola, ponele. Y salió a flote con el traje seco, aunque el Barba le haya metido el tridente en el agua.
Mesero: Siempre mete la cola el Barba, eh.
Beto Desuque: Ponele que es una de sus especialidades. Pegó tres dardos y dejó temblando a unos cuantos.
Mesero: Viejo zorro. Años en la trinchera y todavía dispara con puntería.
Beto Desuque: Pero ojo, Ziliotto no se achicó. Metió el asunto bajo la alfombra y empezó la onda del reunionismo. Primero con las intendencias de acá
Mesero: Les metió miedo con los números rojos que se vienen.
Beto Desuque: Y de ahí se fue a Buenos Aires, le dio la mano a Milei con cara de pocos amigos y no se le movió un músculo.
Mesero: El saludo fue tan frío que bajó la sensación térmica en la Rosada.
Beto Desuque: Je. Sí. Me hizo acordar a los viejos no tan buenos tiempos del macrismo, cuando se repetía aquello del "diálogo, consenso y coso", aunque no supiéramos muy bien pa' qué
Mesero: Bueno, pero se supone que siempre está bueno que los distintos bandos puedan verse las caras, cruzar opiniones.
Beto Desuque: Ponele. Será por eso mismo que después el Ruso le abrió la puerta del despacho a Ravier
Mesero: Ah, sí, sí ¿es el mismo que dijo que en Casa de Gobierno estaba lleno de ñoquis?
Beto Desuque: Es el mismo, sí. Pero tiene a mano una explicación porque aunque es economista tiene problemitas de cálculo
Mesero: ¿A qué te referís?
Beto Desuque: Y primero anunció que le iba a dar dos bancas a Milei. No le salió. Después tiró que iba a demostrar que La Pampa le debía a Nación, y no al revés. No le salió. Y para completarla, anunció que iba a dar vuelta la elección en el escrutinio definitivo, y tampoco
Mesero: Urgente, una calculadora por ahí, ¿no?
Beto Desuque: Sí. Pero se ve que tiene la manía de recular y hacer retranca. Ya le pasó con los "ensobrados". Y ahora resulta que la provincia "soviética" y "sin libertad de expresión" le tendió una alfombra roja para charlar un rato.
Mesero: Así somos los pampeanos, incluso con los porteños: hospitalarios con los que nos insultan.
Beto Desuque: El diálogo, dicen.
Mesero: El consenso.
Beto Desuque: Y el coso, que nunca falta. Eso sí: van a tener que avisarle de esto a los ultravernistas del bloque legislativo, que se la están picando en forma al Taco y al ziliottismo...
Mesero: Sí, sí, se escuchó en la semana.
Beto Desuque: Tronaron los escarmientos de Silvia Larreta y Noelia Sosa, cada cual por su lado y cada cual por su tema.
Mesero: Una guerra sin cuartel tienen esos muchachos.
Beto Desuque: Ponele. Hasta que el Barba ordene una tregua o hasta que puedan saldar tanto enfrentamiento. Mientras tanto, en el propio PJ hay más coso que diálogo y consenso