La Pampa

Verna pateó el tablero: la razón, la oportunidad, los silencios y las palabras

Carlos Verna- el hombre que està solo y espera
Carlos Verna: el hombre que está solo y espera.
Palos al ziliottismo y florcitas para Ziliotto. La responsabilidad, el momento y las formas.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Por JP Gavazza

En política, el contenido y el fondo son tan importantes como la oportunidad y las formas. Carlos Verna eligió tan luego la mañana del domingo electoral para estallar la interna del PJ. Aunque no sorprendió nada de lo que dijo, porque eran pensamientos ya pronunciados en mesas chicas, ponerlo al desnudo sacude la estantería.

Verna es, a veces, incomprensible políticamente. Es parte de su estilo, que rompe y moviliza. A veces sus golpes de timón han sido un golazo. A veces lo llevan en el camino que lo hace aparecer como el escorpión del peronismo.

Casi nada de lo que planteó a los gritos es una novedad: exhibió el generalizado descontento que tiene desde hace tiempo y que en los círculos que lo frecuentan suelta a modo de advertencia. El verdadero golpe fue la puesta en escena: una convocatoria con intención explícita.

Fue hasta entonces el hombre que está solo y espera. Aunque esta vez no pudo esperar ni el resultado. Intentó sacarse de encima su propia decisión de borrarse de la campaña, como ya ha hecho otras veces.

Le apuntó al funcionario al que su sector tiene en la picota desde hace tiempo: el secretario General de la Gobernación José Vanini. Lo trató de "Judas": siente que le dio de su propia medicina. Lo llamó traidor e incapaz y confesó que está en ese lugar solo por un vínculo familiar, pese a que, por ejemplo, fue una autoridad clave cuando La Pampa tuvo que plantear su reclamo por el Río Atuel ante la Corte Suprema de Justicia.

Bienvenido sea por la salud del sistema democrático que un funcionario como Vanini cobre mayor visibilidad, porque desde un estilo similar al de un monje negro viene manejando asuntos clave. Verna mencionó puntualmente el vínculo con el periodismo y los medios. Esta semana también quedó en el centro de la escena la relación con el Poder Judicial.

Quizá solo un hombre poderoso y lanzado como Verna estaba en condiciones de ponerlo en ese lugar. El exgobernador refrescó el pedido de renuncia, con una advertencia en la mano: recordó que las leyes dependen del "ultravernismo" legislativo, al que -dijo- no le gusta que sea bautizado ultravernismo.

Verna también dejó rayado a Paly Bensusán, el dirigente al que una parte del ziliottismo intenta instalar como el sucesor natural de 2027. La sobreexposición dejó en posición adelantada al único senador peronista que perdió en elecciones, como le refregó Verna.

Una incógnita es si toda esta movida no deja en un sitio incómodo a la que podría ser su candidata preferida a la gobernación, la intendenta piquense Fernanda Alonso.

Después le tocó a Ferrán. Verna hizo público lo que suena en múltiples ámbitos: no es un buen candidato. Le dio alta importancia a una anécdota del programa Se Picó, donde el exministro apareció con vinos mendocinos en lugar de agitar la venta de productos pampeanos.

Pero hay mar de fondo: Ferrán fue el dirigente que desafío de modo directo a Verna en Pico en 2015, cuando tuvo lugar aquella contienda "La Pampa o La Cámpora". Sabrá Ziliotto si lo eligió pese a ello, o justamente por eso.

No hay dudas de que Ferrán es un postulante desconocido para el gran público. Su designación sorprendió no solo a propios y extraños, sino a él mismo.

Hay otro punto en que a Verna le asiste toda la razón: fue una elección de marcas, no de personas.

Quizá Verna hubiera tenido más razón, todavía, si elegía otro momento para desnudar lo que viene sintiendo, pensando y diciendo. La ocasión y los momentos suelen definir la responsabilidad o la irresponsabilidad dirigencial, sobre todo en un partido acostumbrado a sostener la idea de que por último están los hombres, debajo de la patria y del movimiento.

Como frutilla del postre, sí, la gran novedad: por primera vez en mucho tiempo, Verna suelta algunas flores para Ziliotto y lo invita a una "construcción" conjunta. Aunque fustigó al ziliottismo, lo dejó al gobernador a salvo de sus diatribas y en todo caso pareció extender un nuevo pliego de condiciones para el futuro pacto.

Ziliotto repite desde hace mucho, casi desde que son enemigos íntimos:"A Verna le entiendo más los silencios que las palabras".

También te puede interesar...