La Pampa

La Justicia le otorgó el campo a la familia de un puestero que lo ocupó 50 años

El campo de 9100 hectÃreas quedó en mano de los Echenique después de una larga pelea judicial
El campo de 9.100 hectáreas quedó en mano de los Echenique después de una larga pelea judicial.
La Sala 1 de la Cámara de Apelaciones de Santa Rosa, La Pampa, emitió el 3 de octubre de 2025 una sentencia que ratifica la preeminencia de la posesión efectiva sobre el dominio registral, al rechazar el recurso de apelación presentado por Rubén Eduardo Zudaide, el dueño registral.

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La tierra en cuestión —ubicada en el Lote N° 20, Parcela N° 2— tiene casi 9.100 hectáreas y se extiende dentro en una zona rural comprendida entre 25 de Mayo y Casa de Piedra. Pero allí hay pozos petroleros, lo que lo convierten en una zona apetecible por el pago de servidumbre.

Por allí pasa la Ruta Provincial 34, un trazo que divide parte de la propiedad y que conecta el sur profundo con el río Colorado. Son campos donde el viento sopla y donde las peleas por la tierra suelen durar más que los alambrados.

Quién es quién

De un lado estaban los Echenique, una familia de campo. El puestero Oscar Segundo Echenique, fue quien empezó a trabajar esas tierras hace más de cincuenta años, criando ganado y levantando alambrados.

Murió en 2022, pero sus hijos —Lorena, Luz de Mar y Oscar Segundo (h)— siguieron la batalla para que la Justicia reconociera lo que ellos consideraban justo: que el campo era suyo por haberlo poseído durante más de 20 años de manera pública, pacífica y sin interrupciones.

Del otro lado estaba Rubén Eduardo Zudaide, heredero de los antiguos titulares registrales —la familia Lasaeta-Zudaide—. Él sostenía que los Echenique eran simples ocupantes sin derecho, que nunca hubo "intervención de título" y que el juez había interpretado mal la ley. Zudaide tenía algo más que papeles: contratos y servidumbres con petroleras, incluyendo Petroquímica Comodoro Rivadavia, registradas desde 2008, con pozos y concesiones firmadas ante la Subsecretaría de Hidrocarburos y Minería. En resumen: los Echenique trabajaban el campo, pero los Zudaide lo tenían registrado y hasta lo habían rentado al negocio del petróleo.

La pelea judicial

Todo comenzó cuando los herederos de Echenique iniciaron una prescripción adquisitiva veinteañal (la famosa "usucapión"), pidiendo que el juez los reconociera como dueños.

Zudaide respondió con una acción real negatoria, buscando que se declarara lo contrario: que los Echenique fueran simples intrusos y que el dominio seguía siendo suyo.

El caso cayó primero en manos del juez Eduardo Francisco Vicente Godoy, quien —tras revisar pruebas, testimonios de vecinos y hasta un viejo papel de una perforación de agua de 1988— decidió que los Echenique tenían razón. Dijo que habían poseído el campo desde al menos ese año y que, al cumplirse los 20 años legales en 2008, habían adquirido el derecho de dominio.

El turno de la Cámara

Zudaide apeló y llevó la pelea a la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones. Las juezas Laura B. Torres y Marina Álvarez revisaron el expediente con lupa.

La estrategia de Zudaide se centró en desvirtuar la prueba que el juez de primera instancia utilizó para fijar el inicio de la posesión en 1988, específicamente una constancia de trabajos de perforación del Ente Provincial del Río Colorado (EPRC). Zudaide argumentó que ese documento carecía de autenticidad suficiente para demostrar la interversión del título, que era un acto aislado y que la familia Echenique había sido históricamente una simple "tenedora por tolerancia" y no poseedora.

Además, enfatizó que la posesión legal no podía haber comenzado antes de junio de 2010, ya que hasta la registración del plano en esa fecha, los ocupantes no podían saber con precisión qué parte del lote (de 9.100 hectáreas en su origen) estaban poseyendo. Como muestra de su propia posesión "excluyente", Zudaide mencionó la colocación de un letrero con el nombre del campo, pero, sobre todo, la existencia de múltiples concesiones y servidumbres otorgadas a firmas petroleras (como Petroquímica Comodoro Rivadavia) para la explotación de hidrocarburos en el Lote 20, actos que constan registrados desde al menos agosto de 2008.

Sin embargo, el tribunal de apelaciones, en un voto liderado por la jueza Laura Torres y acompañado por Marina Álvarez, coincidió con la sentencia inicial. La Cámara determinó que el juez había realizado un "análisis integral de la prueba producida" y no solo se basó en la constancia de perforación de 1988 para determinar el inicio del lapso prescriptivo.

Se valoró que Echenique se inscribió como poseedor ante la Dirección General de Rentas y pagó el impuesto inmobiliario rural sobre las 9.100 hectáreas desde el año 1993, evidenciando un claro animus domini mucho antes de que se registrara el plano. Asimismo, los testimonios de vecinos y empleados (Sánchez, Lara, Novoa, Pino y Ghezzi) confirmaron la ocupación continua de Echenique, quien desarrollaba actividades productivas propias de la zona, como la cría de ganado, por un lapso superior a los 20 años.

El tribunal concluyó que, si bien Zudaide era el titular registral, la prueba no demostró que él o sus antecesores hubieran ejercido la posesión efectiva o se hubieran opuesto a la ocupación de Echenique

Confirmaron que los Echenique no solo estaban en el campo desde los '80, sino que pagaban impuestos desde 1993, mantenían alambrados, criaban hacienda, y que los vecinos habían declarado que siempre fueron ellos quienes trabajaron ahí.

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