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EL DIARIO digital
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El senador nacional por el radicalismo Daniel Kroneberger sostuvo que "el veto presidencial a la Ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) constituye un retroceso institucional y un claro avasallamiento a las provincias. La norma sancionada por el Congreso establece un mecanismo justo, transparente y automático para distribuir los fondos, evitando la discrecionalidad política y otorgando previsibilidad a los gobiernos provinciales"
"Los ATN fueron concebidos originalmente para atender situaciones de emergencia: catástrofes naturales, crisis hídricas, problemas sanitarios o desequilibrios financieros imprevistos. Sin embargo, en la práctica se han convertido en un instrumento de manejo político del poder central, que decide discrecionalmente cuándo, cuánto y a qué provincias asistir. De este modo, lo que debería ser un recurso extraordinario y solidario se transforma en una herramienta de presión y condicionamiento", dijo.
Añadió que "el Poder Ejecutivo, bajo el argumento de preservar el equilibrio fiscal, pretende mantener ese esquema discrecional. Pero no se trata solo de un debate contable: está en juego el federalismo, la autonomía de las provincias y la igualdad de trato que deben garantizar las instituciones. Cuando los recursos dependen de la voluntad de un gobierno nacional y no de reglas claras, se distorsiona el principio republicano de equidad y se debilita la democracia"
"Rechazar el veto no significa desconocer la importancia de ordenar las cuentas públicas. Al contrario: implica afirmar que el equilibrio fiscal no puede alcanzarse a costa de someter a las provincias, de concentrar recursos en el poder central y de exponer a intendentes y gobernadores al condicionamiento político. La transparencia en la distribución de los fondos fortalece tanto al federalismo como a la sostenibilidad fiscal, porque impide que los recursos se usen de manera arbitraria", remarcó el legislador.
Destacó que "sostener la ley y rechazar el veto es defender la equidad, la transparencia y la autonomía de nuestras provincias. Es apostar a un federalismo real, donde cada jurisdicción tenga previsibilidad para planificar políticas públicas y atender las necesidades de su gente, sin depender de favores ni de negociaciones coyunturales con el poder central. En definitiva, es elegir un modelo de país plural y justo, en el que el equilibrio fiscal se construya sobre bases sólidas y equitativas, y no sobre la subordinación de las provincias".
"El proyecto de los ATN que estamos revalidando garantiza al Gobierno Nacional un 43,34% de los recursos, cifra que está por encima del promedio histórico de lo efectivamente gastado. El resto se distribuye en forma automática entre las provincias, de acuerdo al índice de coparticipación. De esta manera, no se desfinancia al Estado nacional ni se altera el destino de los fondos, sino que se aporta transparencia, previsibilidad y equidad en su asignación", aseveró Kroneberger en el Senado.
"La insistencia en la ley tiene que representar un primer paso concreto para dar la pelea por un verdadero federalismo fiscal y para que las provincias recuperen los recursos que les pertenecen y que necesitan para cumplir con sus obligaciones. Lo que buscamos es terminar de una vez con la arbitrariedad en el reparto de fondos, un mecanismo que históricamente se usó como herramienta de presión y de castigo político. Con esta ley dejamos claro que no hay espacio para privilegios ni discrecionalidad: los recursos de todos los argentinos deben distribuirse con transparencia y justicia" concluyó Kroneberger.