El Ministerio Público de La Pampa firmó convenio con la Justicia de Neuquén para perseguir violadores
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EL DIARIO digital
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El juez Carlos Olie sentenció a Enzo Yair Figueredo a cuatro meses de prisión efectiva y le impuso una inhabilitación de cuatro años para ingresar a cualquier espectáculo deportivo relacionado con el fútbol.
La condena se basa en el delito de "lesiones leves agravadas por haber sido cometidas en el marco de un espectáculo deportivo". La pena de prisión efectiva se hizo posible debido a que el jugador, que milita en el club Matadero por la Lealtad, ya contaba con antecedentes penales, habiendo sido declarado reincidente en una causa anterior.
En el mes de junio pasado el Tribunal de Disciplina de la Liga Cultural le impuso a Figueredo una suspensión de 10 años.
Una agresión que se viralizó
El hecho, que conmocionó al fútbol pampeano, ocurrió el pasado fin de semana durante un partido contra Centro Oeste. Luego de ser expulsado por una fuerte infracción, Figueredo corrió hacia el árbitro Shair Salomón y lo atacó con reiterados golpes mientras estaba en el suelo. La brutal agresión, que fue filmada por un espectador, obligó a suspender el partido y a que el árbitro fuera retirado en camilla.
A esta condena judicial se suma una sanción histórica de la Liga Cultural, que ya había impuesto al futbolista una inhabilitación de diez años para jugar al fútbol.
La sentencia de este martes no solo sanciona un hecho de violencia, sino que también pone el foco en el historial conflictivo del club Matadero por la Lealtad, que en los últimos años ha protagonizado al menos tres graves episodios de agresión dentro del campo de juego. Este veredicto envía un claro mensaje sobre la intolerancia a la violencia en el deporte y sienta un precedente en la provincia.
Los últimos antecedentes del club
El club Matadero por la Lealtad ha estado involucrado en al menos tres graves episodios de violencia dentro del fútbol pampeano en los últimos años, generando preocupación tanto en el ámbito deportivo como institucional.
El primer hecho resonante ocurrió en agosto de 2022, durante un partido frente a Luan Toro por la Liga Cultural. El equipo local ganaba 3 a 0 cuando se desató una violenta pelea generalizada. Participaron jugadores, simpatizantes, cuerpos técnicos e incluso efectivos policiales. Las imágenes del enfrentamiento recorrieron medios locales y nacionales, mientras que desde el gobierno provincial, el subsecretario de Deportes, Ceferino Almudevar, repudió el hecho e insistió en la necesidad de reforzar la prevención en el deporte. La situación fue elevada al Tribunal de Disciplina de la Liga.
Dos años más tarde, en junio de 2024, Matadero volvió a quedar en el centro de la polémica tras un partido contra Guardia del Monte de Toay. Tras la derrota, el director técnico del club, Jesús Antimán, junto a sus jugadores agredieron físicamente a los rivales que estaban celebrando. El conflicto rápidamente escaló: volaron golpes, algunos jugadores resultaron golpeados y hasta hinchas ingresaron al campo de juego. También se registraron botellas arrojadas desde la tribuna. Las sanciones no tardaron en llegar: múltiples jugadores y el entrenador recibieron suspensiones, y lo más grave ocurrió días después, cuando dirigentes y jugadores de Matadero se presentaron en la sede de la Liga Cultural para amenazar a la mesa directiva, un hecho considerado sin precedentes por su gravedad institucional.
Finalmente, en junio de 2025, el club fue protagonista de otro episodio violento cuando enfrentaba a Centro Oeste. Con el marcador en contra por 4 a 0, el jugador Enzo Figueredo fue expulsado y reaccionó de forma brutal: corrió hacia el árbitro Shair Salomón, lo empujó, lo hizo caer y luego lo golpeó mientras estaba en el suelo. La agresión fue filmada por un hincha y rápidamente se viralizó. El partido fue suspendido y el árbitro tuvo que ser retirado en camilla. Afortunadamente, no sufrió heridas graves, aunque el hecho generó una nueva ola de indignación.
