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EL DIARIO digital
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Ana Contreras, profesora del Colegio República de El Salvador, de General Pico, fue absuelta por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) luego de que una familia denunciara su accionar en clase, acusándola de "reivindicar a Hamás". La docente había sido sancionada previamente por un juez controvencional, en un proceso que generó amplio debate en la docencia y en organizaciones de derechos humanos.
En sus declaraciones tras la resolución, Contreras destacó la importancia del fallo para la comunidad educativa: "Es un fallo de la justicia pampeana que me alegra, porque permite que los hijos e hijas de los trabajadores tengamos algo de acceso a la justicia. Alegró a la docencia en general y a la militancia de los derechos humanos". La docente agradeció el acompañamiento recibido por sindicatos como UTELPA y SITEP, y destacó la relevancia del aprendizaje sindical y personal que representó este proceso.
En una conferencia de prensa realizada en la sede del gremio docente, Contreras explicó que los hechos se dieron en el marco de una clase de 80 minutos en la que, a raíz de la pregunta de una alumna, contextualizó la situación en Medio Oriente: "Simplemente di una contextualización porque no era ni sabía lo que se ahora de la causa. Lo que yo dije en ese momento es que por la respuesta desmesurada había chances que se pudiera encuadrar en un genocidio. Efectivamente, dos años después, especialistas estipulan eso".
La docente subrayó que su objetivo fue respetar la verdad histórica y la formación académica: "Mi alumna me dijo 'Hamás quiere matar a todos los judíos', y le dije que sí, en su carta fundacional dice eso. Como profesora la acompañé a decir que no estaba diciendo nada fuera de lugar". Contreras lamentó que el conflicto se judicializara en lugar de resolverse a través de los mecanismos educativos: "El aula debe ser el espacio para plantear las diferencias y los pensamientos. Las escuelas tienen un montón de mecanismos para sortear el conflicto, que no fueron atendidos".
Por su parte, Rosana Gugliara, dirigente de UTELPa, afirmó que la absolución representa un respaldo a la educación pública: "Desde el primer momento acompañamos a Ana. Siempre manifestamos que no se puede judicializar la enseñanza. El proceso de enseñar y aprender genera un vínculo pedagógico en la escuela. Que hoy Ana esté totalmente absuelta es fundamental; se hizo justicia con ella y con la educación pública".
El caso de Ana Contreras marca un precedente en la defensa de la libertad pedagógica y refuerza la discusión sobre los límites entre la enseñanza de contenidos sensibles y la judicialización de la actividad docente.