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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) El reconocido abogado piquense, Pablo Rodríguez Salto, tomó una posición contraria a la idea de levantar las ferias, no solo por los inconvenientes que le provocaría en su labor como letrado, sino también por las dificultades que la medida representaría para el funcionamiento de la justicia civil. "El STJ está tomando una postura muy sesgada y basada en el funcionamiento del sistema penal", advirtió.
En diálogo con El Diario, Rodríguez Salto explicó que el proyecto plantea que los abogados tendrán la posibilidad de suspender los plazos legales por 15 días en el mes de enero, cuando hoy son 30 en enero y 15 en julio (45 en total). En el caso de los 15 días de que plantea el proyecto, al abogado se le suspenden los plazos de todos los juicios que tramita, y tiene la posibilidad también de tomarse más días en el año, pero allí tendría que acordar la suspensión de plazos con todas las partes de todos los juicios que lleve adelante. "En mi caso, que llevo entre 100 y 150 casos activos, es imposible suspender todos", aseguró.
Y remarcó en ese sentido que"a los abogados esto nos complica mucho porque teníamos 15 días en julio y 30 días en enero de suspensión de plazos, que no significa que no trabajamos, lo hacemos sin plazos corriendo, que no es lo mismo". Y adelantó en esa línea "los abogados van a estar en contra de esta medida".
También consideró que habrá inconvenientes con los empleados judiciales, ya que la mayoría tienen hijos y se van a seguir tomando vacaciones en el mismo período porque coincide con las vacaciones escolares.
Proceso civil
Rodríguez Salto también puso el foco en las consecuencias para el fuero civil que, según indicó, tiene un funcionamiento muy distinto al penal.
"Los que conocemos el proceso judicial porque litigamos mucho, sabemos que los cuellos de botella del proceso civil están en la toma de decisiones. El proceso tramita más o menos rápido durante toda la etapa previa, pero se frena cuando hay que dictar sentencia", explicó.
Y advirtió que "eliminar las ferias es contraproducente si se piensa en dictar mas sentencias porque, justamente, para dictar una sentencia lo que se necesita es paz y tranquilidad de no estar dedicándose a otro tema, para poder concentrarse en estudiar el expediente, pensar la decisión y escribirla".
Graficó en ese sentido que en las ferias "algunos jueces laboriosos aprovechan a adelantar sentencias, y esto nosotros nos damos cuenta porque en los primeros días de febrero y los últimos de julio, que es cuando terminan las ferias y se reanuda la actividad, te caen automáticamente varias notificaciones de sentencias. Y esas sentencias las preparó el juez durante la feria, cuando tiene mayor tranquilidad".
Y remarcó "el problema de los jueces civiles es que gran parte de su tiempo está en el mero trámite: proveer las cosas de todos los días, tomar audiencias, resolver cosas simples. Todo ese trámite diario, al juez le saca casi toda la mañana y parte de la tarde, entonces, tiene poco tiempo para dictar sentencias".
Sistemas diferentes
Para Rodríguez Salto, "el STJ está tomando una postura muy sesgada y basada en el funcionamiento del sistema penal".
Ante dicha afirmación, cabe recordar que el cambio del sistema procesal penal implementado hace años es cierto que aceleró los procesos, pero se logró también con una diversificación de tareas, cambios de roles y la incorporación de más personal, como ocurrió con las Fiscalías que tienen la mayor carga de trabajo.
Sumado a ello, se introdujeron herramientas como los juicios abreviados, que redujeron drásticamente el tiempo de investigación y recolección de pruebas, quitó juicios orales de las agendas y se resuelven también con sentencias que suponen una menor complejidad de elaboración para los jueces de Control que homologan lo que acuerdan fiscales y defensores.
En el mismo sentido, Rodríguez Salto trazó una comparación que apunta a la carga laboral y observó que "la otra cuestión la cantidad de debates que hay en el sistema penal que, si lo averiguan, se sorprenderían por la pocos que se celebran. Yo estimo, quizás con algún margen de error, que en 54 semanas en el año se pueden llegar a desarrollar alrededor de 50 debates orales que, dividido en cuatro jueces de audiencia, deben redactar entre 10 y 12 sentencias por año. En cambio, un juez civil, para ir al día, necesita hacer unas 10 sentencias mensuales. Creo que esa cuenta no se está haciendo".
Para cerrar, el ex presidente del Colegio de Abogados atacó la promoción que tuvo el proyecto del STJ en cuanto convertir a La Pampa en ser la primera provincia en eliminar las ferias judiciales en los dos fueros civiles. "No sirve ser el primero en hacer una macana, no tiene sentido", advirtió Rodríguez Salto.