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EL DIARIO digital
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La jornada en la capital pampeana comenzó a las 9:30 de la mañana, cuando los manifestantes se concentraron en la rotonda del avión.
Desde allí, caminaron en procesión hasta la iglesia de San Cayetano por la calle Pilcomayo, para participar en una misa popular.
La movilización contó con la participación de la CTA, la UTEP, la Corriente Clasista y Combativa, sindicatos y organizaciones de jubilados, estudiantes y pueblos originarios.
Los organizadores hicieron un llamado a la sociedad para reflexionar sobre la compleja situación que atraviesa el país, señalando el "avasallamiento de derechos" de jubilados, personas con discapacidad, científicos y trabajadores de la salud.
Bajo la consigna "Frente al ajuste y la crueldad: Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo", las organizaciones denunciaron la profundización de la crisis social y económica, y exigieron medidas urgentes para frenar el empobrecimiento de los sectores populares.
El documento difundido planteó que "tras más de un año y medio de un plan económico que prometió futuro pero solo trajo descarte y empobrecimiento", la única salida es la unidad en la lucha. La movilización estuvo inspirada en el legado del Papa Francisco y tuvo como objetivo "ser la voz de los que quieren silenciar".
Uno de los ejes centrales fue el reclamo por el "pan", ante lo que calificaron como una catástrofe alimentaria planificada. Denunciaron la interrupción de políticas públicas "que garantizaban la comida diaria a millones de personas, el ajuste sobre las trabajadoras socio comunitarias, cuyos ingresos están congelados, y la situación crítica de trabajadores registrados y autónomos que no llegan a cubrir la canasta básica".
En cuanto al "trabajo", apuntaron contra la reforma laboral y el desfinanciamiento de la economía popular "con consecuencias directas sobre las cooperativas, unidades productivas, cartoneros, trabajadores textiles y pequeños productores".
Exigieron el reconocimiento de la economía popular y una actualización urgente del salario social complementario, además de una Ley de Emergencia Productiva que contemple subsidios, tarifas diferenciadas y acceso a herramientas e insumos. También expresaron preocupación por "la desinversión en políticas de prevención de adicciones y el avance del narcotráfico en los barrios más vulnerables".
Eco nacional
La marcha en Santa Rosa fue un reflejo de las movilizaciones que se replicaron en todo el país. En Buenos Aires, miles de fieles se acercaron al santuario de Liniers para pedir por los mismos motivos, mientras que la CGT y otros movimientos sociales marcharon hacia la Plaza de Mayo con duras críticas a las políticas del Gobierno y la amenaza de un nuevo paro general.
El documento local también incluyó un fuerte pronunciamiento por la "tierra", al denunciar el abandono de las políticas de agricultura familiar, la represión a comunidades indígenas y la derogación de la ley de emergencia territorial indígena. Advirtieron sobre el impacto de "la concentración de tierras en pocas manos" y reclamaron una nueva ley de arrendamientos que "garantice el acceso a la tierra para vivir y producir".
El capítulo sobre el "techo" denunció la paralización de la obra pública, la eliminación de programas como el PROCREAR y el desfinanciamiento de la Ley de Integración Socio Urbana. "Millones de familias han perdido la esperanza de acceder a una vivienda digna", señalaron. También advirtieron sobre la especulación inmobiliaria y la desprotección de las familias con obras inconclusas.
El reclamo por la "paz" fue formulado en términos de justicia social. Las organizaciones repudiaron la represión, los protocolos de seguridad que buscan acallar la protesta y la persecución judicial a referentes sociales. Además, expresaron su solidaridad con el pueblo palestino, denunciaron el genocidio perpetrado por el gobierno de Israel en Gaza y criticaron el apoyo del gobierno argentino a esa política.
En el plano local, denunciaron que el ajuste nacional afecta directamente a la provincia de La Pampa, con el recorte de más de 80 mil millones de pesos. "El deterioro de las rutas, la caída de salarios, la falta de atención médica para niñeces con enfermedades graves, y el deterioro de la universidad pública son consecuencias concretas del modelo libertario", advirtieron.
El texto incluyó un llamado a la organización y la lucha por "soberanías económica, alimentaria, cultural y productiva". Plantearon la necesidad de "redistribuir la riqueza, de aplicar medidas estratégicas como mayores aportes del sector petrolero, la socialización de tierras fiscales y el fomento de las cooperativas".
"No vamos a pagar la deuda con el FMI. Que la crisis la pague ese puñado de poderosos que se enriquece a costa del pueblo", afirmaron.
Finalmente, señalaron a los "cómplices pampeanos" del gobierno nacional: los diputados Martín Maquieyra y Martín Ardohain, y los senadores María Victoria Huala y Daniel Kroneberger.
"Nos movilizamos en unidad para enfrentar un proyecto que ataca a todo el pueblo argentino", concluyeron, y convocaron a "llenar las calles de esperanza y lucha" para seguir defendiendo los derechos básicos de tierra, techo, trabajo, salud y educación.