STJ rechazó la vía a la Corte Suprema por la RTO
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EL DIARIO digital
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La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Santa Rosa no hizo lugar al pedido de un hombre que pretendía revincularse con sus hijos de 6 y 12 años. Por unanimidad, los jueces Carina Ganuza y Guillermo Samuel Salas confirmaron la prórroga de una medida cautelar que le prohíbe acercarse a su ex pareja y a los niños, mantener cualquier tipo de contacto con ellos, y suspende provisionalmente el régimen de comunicación paterno-filial.
La decisión judicial se basó en los informes de equipos interdisciplinarios y en las expresiones de los propios hijos del demandado, quienes manifestaron temor, rechazo y angustia ante la posibilidad de retomar el vínculo. Además, la Cámara consideró que el hombre no logró trabajar terapéuticamente en su responsabilidad respecto de los hechos que motivaron las medidas de protección.
El padre había presentado un recurso de apelación contra la resolución de la jueza de Familia que prorrogó por 120 días la vigencia de las restricciones. En su presentación, sostuvo que concurría a terapia de forma regular, que los informes sobre su conducta eran favorables, y que no existía ningún documento que acreditara que sus hijos no querían verlo. También criticó que durante más de 250 días los niños no hubieran sido escuchados ni evaluados por los equipos especializados.
Sin embargo, la Cámara desestimó sus argumentos y dio por válidas las conclusiones del informe de la Dirección de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar. En el caso del niño de 12 años, los profesionales indicaron que había iniciado un espacio psicológico en septiembre de 2024, que fue interrumpido en marzo de 2025 luego de alcanzar una comprensión suficiente del conflicto y de manifestar reiteradamente su negativa a restablecer el vínculo. Según el informe, el niño expresó que acumuló "odio" hacia su padre, que "siempre mentía" y que temía una reacción negativa si se cruzaban.
En cuanto a la niña de 6 años, los informes indicaron que durante los encuentros no mencionaba a su progenitor, y que incluso mostraba resistencia a ingresar al consultorio. Al no observarse indicadores de alarma, los profesionales resolvieron suspender las sesiones, dejando abierta la posibilidad de retomarlas en caso de que surgiera alguna inquietud.
Los jueces remarcaron que la suspensión del régimen comunicacional se había dispuesto "hasta tanto obre en autos resultado del abordaje de los niños que sea favorable a la generación de dicho espacio y la constancia de inclusión de tratamiento terapéutico del demandado como el resultado del mismo". Aunque el hombre presentó certificados de asistencia, la Cámara entendió que no acreditó avances reales en la elaboración de su conducta violenta ni en su rol paterno.
Además, el equipo técnico del juzgado advirtió que el conflicto persistente entre los adultos impacta negativamente en los menores, quienes "requieren transitar y vivir en un ambiente estable y seguro, en contacto con ambos progenitores". Sin embargo, concluyó que no hay aún condiciones para restablecer el vínculo, y que la eventual revinculación debe estar sostenida por informes interdisciplinarios que acrediten cambios concretos.
El fallo también menciona que en otra causa paralela, los niños fueron entrevistados personalmente el 19 de junio de este año. Allí, el adolescente manifestó estar "cansado" de los conflictos entre sus padres, sentirse angustiado y querer que "termine todo esto". Sobre su padre, señaló que no deseaba verlo salvo cuando él quisiera y solo en la casa materna. En tanto, la niña se mostró desinteresada y sin referencias hacia su progenitor.
Por todo esto, la Cámara ratificó la necesidad de mantener las medidas de protección y rechazó el recurso del padre. También impuso las costas del proceso al apelante vencido.
