La Pampa

Emprendedores de Ataliva Roca producen el alfajor saludable de La Pampa

Una pareja desarrolla "Jhan", bajo un modelo de trabajo humano, local y sustentable. Además, utilizan insumos producidos en la provincia.

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EL DIARIO digital

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Desde el corazón de Ataliva Roca, Pablo Jara y Soledad Luzan llevan adelante "Jhan", un emprendimiento familiar que no solo produce alfajores y galletitas saludables, sino que impulsa un modelo de trabajo humano, local y sustentable. Apostaron por empezar desde cero, dejando atrás su vida en General Roca (Río Negro) para construir algo distinto: un proyecto con identidad territorial, materia prima pampeana y compromiso social.

"Jhan" se especializa en alfajores y galletitas integrales, elaborados con harinas pampeanas, pastas de maní molidas en molino de piedra y dulce de leche local, sin conservantes ni aditivos. "Queríamos demostrar que lo saludable no tiene por qué ser feo ni caro", explica Soledad. Actualmente producen entre 500 y 600 docenas de alfajores al mes, además de 1.500 paquetes de galletitas, en seis variedades cada uno.

"Todo lo que usamos es de acá. El sueño es que Jhan sea el alfajor pampeano, como Mar del Plata tiene el suyo, o Córdoba. ¿Por qué La Pampa no?", se pregunta Pablo.

Los productos se comercializan en dietéticas, estaciones de servicio y almacenes naturales de toda la provincia, y ya tienen presencia en Río Negro, Neuquén, Mendoza y el sur bonaerense, además de puntos estratégicos sobre la Ruta 22.

El emprendimiento nació literalmente vendiendo tortas fritas para juntar los primeros $3.000 y comprar ingredientes. Peso a peso, transformaron el quincho de una casa heredada en una planta habilitada por RNE y RNPA, algo poco común para pymes alimenticias pampeanas. Pablo, técnico en automatización, y Soledad, con experiencia en panadería, aprendieron a rotarse tareas y gestionar juntos cada aspecto del proyecto.

"Emprender no es fácil. Pero acá encontramos tranquilidad, seguridad y un entorno que nos ayudó a crecer", cuentan. En Ataliva, sus tres hijos van a la escuela en bicicleta, sin candado. "Es otro mundo", aseguran.

Trabajo digno y valores humanos

Uno de los pilares del proyecto es la inclusión laboral con criterio humano. El equipo de Jhan está integrado por cinco personas, muchas de ellas sin experiencia previa, mujeres con hijos pequeños o mayores de 60 años. "El día del cumpleaños no se trabaja, y el día es pago", detalla Pablo. "Queremos ser empáticos, dar oportunidades reales a quienes no las tienen", añadió.

El emprendimiento trabaja actualmente a capacidad media, con posibilidad de expansión. "Cuando abrimos una búsqueda, se presentó muchísima gente, incluso de otras localidades. Hay ganas de trabajar, solo hay que abrir puertas", afirman.

Consolidados como un referente de producción saludable en la provincia, Pablo y Soledad ya proyectan el lanzamiento de pastas de maní y analizan mercados para la exportación, con especial interés en Brasil, donde ya recibieron propuestas de distribución.

Jhan es mucho más que una fábrica de alfajores: es una apuesta por el desarrollo local con identidad y compromiso. "No tiramos manteca al techo, pero nunca nos faltó el plato de comida ni las ganas de seguir. Sabemos que esto recién empieza", aseguran. Desde el interior pampeano, Pablo y Soledad están construyendo algo más que una marca: están sembrando un modelo de producción sano, regional y con alma comunitaria.

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