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Casamiento del policía: El fiscal pidió una condena de 15 meses para Galván

La fiscalía consideró que el hecho está probado. La pena es de cumplimiento condicional e implica una inhabilitación por el doble de ese tiempo. En tanto, la defensa pidió la absolución por el beneficio de la duda. El acusado Galván, otro policía y un detenido podrían ser investigados por otros delitos.

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EL DIARIO digital

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El oficial inspector Cristian Galván denunció este viernes que la acusación de haber utilizado a detenidos como mozos en su fiesta de casamiento es producto de una "interna policial". Las partes dieron sus alegatos finales y la pena se conocerá el 28 de julio. El imputado podría ser imputado en otra causa por falsear declaraciones de dos testigos. Además, dos detenidos y un policía podrían ser investigados por falso testimonio.  

"Cuando un jefe te dice que te va a destruir, te destruye", expresó el oficial inspector Galván al cierre de la tercera audiencia, tras las declaraciones de los testigos de la defensa. A través de sus abogados, el policía pidió declarar, pero aclaró que no respondería preguntas del fiscal ni de la defensa.

El policía dijo que, desde que llegó a Lonquimay, "tuve muchas denigraciones" y se quejó de la presión de sus superiores, quienes querían poner a otra persona en ese cargo.

Uno de los problemas que debió afrontar Galván, según declaró el mismo, fue que "llegué a la subcomisaría por mi buen laburo", pero con un rango inferior al que corresponde. 

Acusó a los jefes de perseguirlo luego del casamiento por su traslado a Catriló, donde tuvo que hacer la mudanza solo. "Espere que me mandaran el camión y nada. Y cuando supuestamente estaba, uno de los superiores me dijo que me habían conseguido el camión de la basura, asi te tratan", relató el policía. 

También se refirió a uno de los policías que trabajaba con él en Lonquimay: "solo tuve problemas con Verdasco. Al resto, pregunten si fui un mal jefe". Y concluyó: "esto es una interna policial, hay mucho maltrato y así estamos".      

Familiares

Antes de la declaración de Galván y de los alegatos, este viernes también declararon algunos familiares del policía acusado. Todos, una amiga de su esposa desde Tucumán, su cuñada y su abuelo sostuvieron que el casamiento fue "una fiesta familiar" y que del servicio en general se ocuparon ellos. Indicaron que ellos mismo se encargaron de preparar el salón y que todos se movieron juntos, caminando, desde el Juzgado de Paz hasta el salón.

Sin embargo, otra vez el punto clave estuvo en el parrillero. En la segunda audiencia, uno de los detenidos de apellido Urrutia, aseguró que el solo fue al salón a hacer el asado, Sin embargo, la hermana de Galván dijo que al cordero y al lechón lo hizo un tío, Sebastián Juárez.

Este tío se presentó a declarar y ratificó la versión, pero las preguntas del fiscal Sancho lo llevaron a un nerviosismo que puso en duda algunos tramos de su discurso. 

Esta versión se debilitó aún más cuando la cuñada de Galván dijo que, la noche antes de la fiesta, el tío asador fue a buscar la carne a la casa de Galván, mientras que el asador dijo que su primera visita a Lonquimay fue el sábado a las 9 de la mañana y que la carne ya estaba ahí.

En la ronda de las testimoniales, también declaró el herrero del pueblo, un hombre de apellido Aranda, y el dueño de una radio, de apellido Ibarra Campos.

Ambos negaron haber estado en la fiesta, pero en las pruebas constaban las declaraciones que se les adjudicaron en la previa del juicio, con su firma. 

Los dos vecinos aseguraron que firmaron sin leer porque Galván les dijo que era la solicitud de ser testigos, pero en la audiencia se dieron cuenta que fueron engañados.

Alegatos

Finalmente, la Fiscalía y la defensa hicieron los alegatos de cierre. Sancho consideró que el hecho está probado y se ajusta a la imputación de incumplimiento de los deberes de funcionario público. El fiscal general consideró que Galván, con la salida de los presos a la fiesta de casamiento, actuó de "manera abusiva y arbitraria y con dolo, ya que estaba en conocimiento de lo que hacía". Y destacó que "creó un peligro cierto", por lo que pidió una pena de 1 año y 3 meses de prisión condicional, inhabilitación especial por el doble de tiempo y el cumplimiento de reglas de conducta por dos años.

En tanto, los defensores Morales y Bertolotti apuntaron, en primer lugar, a que Galván se encontraba de licencia al momento de su casamiento, po lo que el control de los presos estaba a cargo de otro policía, el sargento Parada. Se quejaron que solo se lo imputó a Galcán cuando todos los uniformados vieron lo que pasaba y no lo registraron ni toaron medidas.

Además, apuntaron a que solo algunos de los detenidos aseguraron que fueron a colaborar a la fiesta de casamiento y que los testimonios no eran convincentes. Por ello solicitaron que se absuelva a su defendido por el beneficio de la duda.

Finalmente, el juez Aníbal Olié dispuso que la sentencia se conocerá el próximo 28 de julio a las 10 de la mañana.   

Nuevas acusaciones

El cierre del juicio contra el oficial inspector Galván por la utilización de detenidos como mozos en su fiesta de casamiento dejó un par de temas a definir por parte del Ministerio Público Fiscal respecto del propio Galván, otro policía de Lonquimay y de uno de los detenidos.

La situación ocurrida con dos testigos, el herrero Aranda y el locutor Ibarra Campos, quienes desconocieron las declaraciones incorporadas como pruebas a la causa, se pueden transformar en otra causa judicial para Galván. ¿Por qué? Porque los testigos firmaron creyendo que era la notificación cuando en realidad contenía un relato sobre su participación en la fiesta de casamiento. Este documento figuraba como firmado en la comisaría de Catriló en diciembre de 2024, época en la que Galván estaba en esa dependencia. Por ello, la fiscalía analizará la comisión del delito de "falsificación de documento público" contra el oficial inspector Galván.

En tanto, el sargento Parada también podría ser investigado por "falso testimonio", debido a su declaración en la primera jornada del juicio, cuando declararon los policías que estaban en la comisaría el día del casamiento de Galván. La misma situación apunta al detenido Oscar Sánchez, quien mantuvo su postura sobre su intervención en el caso: aseguró que no fue a la fiesta y que solo llevo leña para el asado. Sin embargo, otros dos internos indicaron que Sánches estuvo con ellos y fue uno de los mozos que atendieron a los invitados.   

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