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EL DIARIO digital
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El sonidista de Toay, Maxi Cornejo, se enfrenta a una condena de hasta 16 años de prisión por un caso de violación ocurrido hace diez años. El juicio oral llegó a su etapa final esta semana, con los alegatos del fiscal Andrés Torino, quien solicitó la pena para Cornejo tras un proceso judicial que ha estado marcado por giros y revelaciones clave.
El caso se remonta a 2015, cuando una menor de 15 años fue abusada por Cornejo, quien se hizo pasar por policía para trasladarla a su vehículo tras encontrarla alcoholizada a la salida de un boliche en Santa Rosa. La víctima, luego de ser agredida, fue abandonada en un patio en la calle Neuquén, donde fue hallada por una mujer que escuchó sus gritos de auxilio. En su momento el caso quedó como NN debido a la falta de pruebas contundentes y de un registro claro en las cámaras de seguridad.
La causa estuvo 9 años sin avanzar, pero un giro inesperado permitió reabrir la investigación: en diciembre de 2023, Cornejo fue denunciado en otro expediente judicial por un episodio que llevó al fiscal Torino a ordenar la toma de su muestra genética. Aunque ese caso no avanzó en la Justicia, su ingreso al registro del Laboratorio de Genética Forense permitió cotejar su ADN con muestras almacenadas en investigaciones previas.
A comienzos del año pasado, el fiscal recibió un informe clave: los datos de Cornejo coincidían con una muestra que había permanecido archivada desde 2015. A partir de este hallazgo, se reactivó la causa, se realizaron nuevas diligencias judiciales y un testigo de aquel episodio lo reconoció en una rueda de identificación.
El juicio se desarrolla mientras Cornejo, quien también ha sido vinculado con otros incidentes judiciales previos, continúa con prisión domiciliaria, aunque con tobillera electrónica, tras ser beneficiado con ese régimen por su disposición a colaborar con los trámites judiciales.
El próximo 26 de marzo, el juez Andrés Olié dictará la sentencia. La declaración de la víctima, que en la actualidad tiene 25 años, fue clave para definir la gravedad de los hechos ocurridos hace una década.