Acusan a Viki Huala por su "complicidad, hipocresía y demagogia para las redes"
Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
La creación de una comisión especial para la investigación del femicidio de la joven santarroseña Agustina Fernández en Cipolletti se anunció como un novedoso aporte para resolver el caso. Sin embargo, la ciudad ha tenido muy malas las experiencias con las comisiones policiales; desde el triple crimen hasta el impune caso de Otoño Uriarte.
"Casi como si fuese una paradoja, la nueva comisión funcionará en una oficina prestada por la municipalidad. Ese mismo espacio fue ocupado durante años por la Comisión Antimpunidad que acompañaba a las víctimas de casos irresueltos. El grupo tenía todo el apoyo del por entonces intendente Alberto Weretilneck, aunque con el tiempo hubo internas y acusaciones que vincularon a la ONG con intereses políticos. El abogado Marcelo Hertriken Velasco fue uno de los primeros asesores de las víctimas", recordó el diario La Mañana de Neuquén.
La creación de la nueva comisión policial que investigará el femicidio de la estudiante pampeana también respondió a las diferencias de criterios entre la policía y la fiscalía de Cipolletti. El procurador Jorge Crespo y el fiscal general Fabricio Brogna están muy preocupados por la resolución del caso.
La secretaria de Justicia de la provincia, Betiana Minor, también hizo declaraciones públicas sobre su compromiso. De todas maneras, nada aclaró sobre la cantidad de prueba que perdió su propia policía de investigaciones al no resguardar la escena durante las primeras horas posteriores al ataque.
Triple crimen
Las comisiones investigadoras no tienen buena prensa en los casos impunes de Cipolletti. El triple crimen de 1997 tuvo su propia comisión policial y también una en el ámbito de la Legislatura. El ahora detenido exjefe policial Víctor Cufré -también fue Secretario de Seguridad- estuvo al frente de una de esas comisiones.
Los crímenes de María Emilia, Paula González y Verónica Villar terminaron con Claudio Kielmasz condenado a perpetua. Pero siempre sobrevoló la duda sobre la participación de más personas y la complicidad policial y quizás política.
Cufré también encabezó un grupo de investigación paralelo (por fuera de la legalidad) que se ocupaba del caso Otoño Uriatre. Esa información fue revelada muchos años después por el secretario del juzgado donde estuvo el caso, Santiago Márquez Gauna.
El funcionario admitió que Cufré mantenía reuniones en el gimnasio de Fernández Oro con la clara intención de evadir el control judicial. El caso de la joven de 16 años, primero desaparecida y luego asesinada, también tenía una comisión policial oficial que nunca llegó a resolver el entramado.
Márquez Gauna fue secretario del juzgado, después juez de instrucción y ahora fiscal jefe. Justamente es el que hoy supervisa al fiscal Martín Pezzetta quién comanda la nueva comisión por el femicidio de Agustina Fernández.
El mal comienzo
La investigación por el femicidio de Agustina comenzó torcida. La falta de rigurosidad para trabajar en la escena del crimen fue el puntapié para llegar al actual escenario: pocos indicios y avance concretos a más de dos meses del hecho.
A eso se le sumó la falta de acuerdo entre fiscales e investigadores, lo que desencadenó en esta decisión de integrar una comisión especial. Fue el propio fiscal general Fabricio Brogna quien encabezó la reunión que dio forma al equipo. Fue la semana pasada con la presencia de investigadores, la querella y los fiscales.
A más de dos meses del brutal ataque a la joven, el 2 de julio pasado, la única prueba científica que tiene el Ministerio Público Fiscal es la prueba de ADN que tomó de las uñas de la víctima. El identikit es otra punta que tiene el fiscal, pero hasta el momento nadie pudo identificarlo.
