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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) En los Tribunales de Pico formalizaron el pasado viernes y le dictaron 15 días de prisión preventiva a un cordobés que se llevó un bidón de nafta sin pagar, le secuestraron el auto en el Puesto Caminero de Realicó y días después se llevó el rodado alojado en el playón del destacamento sin que ningún policía lo advirtiera. El imputado se largó a llorar y le echó la culpa del robo a un supuesto gestor "que arregló con la Policía".
Gustavo Alberto Jorge fue imputado por "sustracción de objeto de prueba" y "estafa", delitos que le permitirían llegar a un acuerdo rápido sin permanecer detenido, de no ser que ya cometió otros previos por los que tiene un pedido de captura vigente. Ahora, le dictaron 15 días de prisión preventiva.
Según relató el fiscal adjunto Matías Juan en la audiencia de formalización, el pasado 14 de junio el cordobés inició sus maniobras poco claras en territorio pampeano al llegar en un automóvil Mercedes Benz a la estación de servicio emplazada en el cruce de las rutas nacionales 35 y 188, donde bajó con un bidón de cinco litros de nafta que le pidió llenar a uno de los playeros. Con el combustible en el recipiente, le dijo al trabajador que iba hasta el coche a buscar el dinero y se marchó.
Desde la estación de servicio alertaron de inmediato al Puesto Caminero de Realicó, donde minutos después arribó Jorge y allí los policías encontraron algunos motivos más como para, no encerrarlo, pero sí dejarlo a pie. El Mercedes Benz no tenía patente delantera, él carecía de la licencia de conducir y la cédula de identificación del automotor estaba vencida y a nombre de otra persona. Le secuestraron el auto y el Juzgado de Faltas realiquense libró una multa por 197.000 pesos.
Aunque el hecho de mayor gravedad ocurrió casi dos semanas más tarde. El 26 de junio, el vehículo que estaba secuestrado en el playón del Puesto Caminero desapareció en horas de la madrugada. El hecho se concretó mientras en la ruta no había policías, pero supuestamente sí algunos efectivos de guardia, en una zona con varias cámaras de seguridad que apuntan a la Ruta Nacional 35, pero ninguna hacia el playón de la dependencia policial.
Tras ser notificada del robo cometido a la misma Policía pampeana, la Justicia libró una orden de secuestro nacional para el auto y otra de captura para el cordobés. El 3 de julio apareció el coche en la ciudad de Córdoba y un día más tarde detuvieron a Jorge.
Por los hechos descriptos, la Fiscalía solicitó que el imputado permanezca 60 días con prisión preventiva.
Defensa y lágrimas
La defensora oficial Soledad Forte consideró que no hay elementos que demuestren que Jorge fue quien se llevó el auto del playón policial. Por otra parte, propuso que con alrededor de 200.000 pesos se podría pagar el combustible y la multa pendiente en el Juzgado de Faltas de Realicó, para acceder a una salida alternativa, ya que supuestamente la causa penal contra su representado -con origen en Paraná- ya estaba resuelta y el pedido de captura se mantenía vigente por una demora del sistema nacional. Al mismo tiempo, pidió la libertad del imputado.
Tras el descargo de la Defensa, Gustavo Jorge tomó la palabra y reconoció que se había llevado el combustible porque no tenía cómo regresar, pero aseguró que ya había pagado. Admitió luego que "entiendo que lo del auto es algo grave", pero le echó la culpa de lo ocurrido a un supuesto gestor que envió con el dinero para pagar la multa y dejó en el aire una sospecha de "corrupción" con la Policía.
"Alguien le dio las llaves del auto para sacarlo", señaló, y aseguró que el gestor, cuando supuestamente le devolvió el auto, le dijo: "Yo arreglé con la Policía". Y preguntó para instalar su hipótesis: "¿Cómo hizo para llevarse el auto si las llaves no están? Yo no quiero entrar en un tema de corrupción policial".
Sobre el final de su relato, y ya con una congoja que no llegó a desprender lágrimas, el cordobés formalizado aseguró que "yo no estoy dedicado al delito, yo estoy trabajando, sí puedo tener un pasado donde cometí errores, pero tuve un niño que me cambió la vida".
Finalmente, la jueza Jimena Cardoso formalizó el caso por los delitos requeridos por la Fiscalía, pero otorgó una prisión preventiva por el término de 15 días, tiempo que consideró necesario para requerir las medidas probatorias del caso.