La Pampa

"La licuación del presupuesto de la universidad puede ser letal"

La decana de Humanas, Beatriz Cossio, señaló que "los efectos de este ajuste inédito no son gratuitos, se han priorizado algunos gastos, los cuales dificultan el normal funcionamiento, sin llegar a paralizar la facultad". La marcha del 23.

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EL DIARIO digital

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La decana de la Facultad de Humanas, Beatriz Cossio, afirmó que "la falta de presupuesto no es un capricho, es una realidad tangible" en las universidades. La decana acompañó durante la semana al rector Oscar Alpa en la declaración de la emergencia de la Universidad Nacional de La Pampa.

"Cuando un presupuesto se prorroga, lo que se hace es seguir con los mismos valores nominales del año pasado. Frente a un contexto de 211% de inflación acumulada entre los meses de enero a diciembre de 2023, dicha licuación, puede resultar letal", indicó Cossio.

Un golpe a la universidad

En ese sentido, explicó que "el presupuesto de la Universidad se asigna en un 85% a sueldos de docentes universitarios, trabajadores nodocentes, docentes preuniversitarios y autoridades. Estas partidas sí se actualizaron, ya que se cargaron todas las correcciones salariales del año pasado", puntualizó.

El 15% restante corresponde a gastos de funcionamiento y esa es la partida que se encuentra congelada al valor del 1 de enero de 2023. El congelamiento en términos nominales representa un tercio del presupuesto que tenía la Universidad el año pasado para funcionar y, por tanto, "es imposible que puedan desarrollarse normalmente las actividades", alertó.

La decana -consultada por El Diario- comentó que los gastos de funcionamiento son todo el universo de erogaciones que hace la universidad, que no son sueldos. "Entre las partidas más significativas y que implican un duro golpe al presupuesto están los gastos en servicios como electricidad y gas, pero también las becas, los alimentos para los comedores, contratos de limpieza de edificios. En el caso de las facultades se han resentido la presencia de profesores viajeros, la posibilidad de hacer viajes de estudio, la compra de materiales de estudio y laboratorio", precisó.

"Los efectos de este ajuste inédito no son gratuitos. Se han priorizado algunos gastos en desmedro de otros, los cuales dificultan el normal funcionamiento de la institución sin llegar a paralizarla", alertó la decana.

Restricciones y calidad resentida

Por otra parte, con respecto a la situación presupuestaria particular de su facultad, Cossio dijo que como "hemos informado en varias oportunidades y en varios ámbitos, la situación es compleja y crítica porque el presupuesto prorrogado con valores nominales de 2023 y en este contexto inflacionario nos imposibilita continuar con muchas actividades".

En ese sentido, indicó que se refiere a "servicios de limpieza hasta profesores viajeros insumos, equipamiento, tanto para las dos sedes de la facultad como para el colegio, es un monto que se ha triplicado y más también".

Añadió que "es una situación también que compartimos con el resto de las facultades y de las universidades del sistema universitario público".

"Es incierto el futuro y hay mucha incertidumbre porque por ejemplo el 70% de aumento que hace un mes habían anunciado, nunca llegó. Primero dijeron a principio de mes, después que iba a ser el día 14, hasta el día de ayer no había llegado ese aumento. Ahora hicieron el anuncio de un acuerdo con el CIN, pero luego el Consejo Interuniversitario Nacional dice acá no hubo ningún acuerdo, hay un comunicado oficial, el comité ejecutivo se reunirá", explicó.

"La facultad ha restringido la provisión de insumos, ha modificado el régimen de frecuencia de los profesores viajeros, eso implica un deterioro en la calidad académica. Eso implica también una incertidumbre porque no te permite planificar más allá de uno o dos meses", señaló, respecto a los  efectos del ajuste.

"A partir de eso se han tomado algunas decisiones, por ejemplo, que es la de crear programas centrales de rectorado, una propuesta que se hizo desde nuestra facultad, para que el servicio de limpieza sea un programa central de rectorado y que cada unidad académica se libere de esa cuestión, así como se hizo en su oportunidad para los servicios básicos de agua, electricidad, gas e internet, de manera tal que no haya facultades que están con una cantidad de posibilidades o todo el día con la luz prendida y otras que no puedan pagar la luz", apuntó.

"Los trabajos de campo, por ejemplo, se han reducido en la cantidad de días, en la cantidad de distancia,  todas las prioridades se han mantenido, pero obviamente producen un desmejoramiento de las condiciones y de la formación del estudiantado", insistió.

-¿Puede cerrar la universidad o arancelarse de seguir esta política? -consultó El Diario.

-Frente a ese dilema queda claro que la salida es la visibilización del problema, y la convocatoria a toda la comunidad a defender la Universidad Pública. Las pruebas están a la vista: antes del primer paro de docentes y Nodocentes en el mes de marzo el gobierno anunció un refuerzo, insuficiente, a los gastos de funcionamiento. Y ahora mismo, en la víspera de la jornada de 23 de abril, el gobierno anunció otro refuerzo inconsulto, con las autoridades universitarias. Si bien ambos refuerzos son insuficientes, las medidas dan cuenta de que no es un capricho de quienes conducen el sistema universitario la falta de presupuesto, es una realidad bien tangible y que el gobierno utiliza como mecanismo extorsivo frente a la política general de ajuste y licuación del presupuesto nacional.

Por otra parte, la decana señaló que la facultad tiene 17 carreras de grado, de posgrado 7, con una planta de 294 docentes y 46 personal no docente. En la sede de Santa Rosa hay 1506 estudiantes y en General Pico 1401, totales 2907.

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