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EL DIARIO digital
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El 17 de febrero del 2023, la oficial de la Policía porteña, Sara Belén Di Rico denunció a Javier Catoni por estafa. El acusado fue absuelto en junio de ese año de esa imputación. Pero la causa reveló la intricada trama que involucró el caso, con denuncias cruzadas y una relación sentimental entre la denunciante y el denunciado, con regalos millonarios y un final escandaloso.
Di Rico era inspectora del Departamento de Fuerzas Especiales de la Policía de la Ciudad. En mayo de 2022, Catoni, titular de la empresa de seguridad denominada "Royal Enterprise" junto con Germán Zugasti, se presentaron en la base del departamento de Fuerzas Especiales antes mencionado con la finalidad de recibir asesoramiento para introducir canes en la empresa citada.
Ese fue el contacto inicial de Catoni con la sección K9 (como se denomina a las divisiones de canes de las fuerzas de seguridad o de rescate) de la Policía porteña. Catoni –revela la causa- inició una relación sentimental con Di Rico. Este contó que le obsequió una moto Ducati, modelo Scrambler, comprada en un concesionario de Puerto Madero.
En 7 de septiembre de 2022 Catoni le ofreció a Di Rico "cambiar mi vehículo (Peugeot 208, año 2018, dominio AC327TN) y por WhatsApp me envió fotos de dos camionetas 0 km. Yo debía elegir una de las dos, por lo que elegí la Ford Bronco, patente xxxxxx". Le entregó la camioneta y a cambio le pidió que le firma el 08 a nombre de un socio, Pablo Luna. La mujer no recibió nada cambio de esa venta-transferencia.
Di Rico incluso fue a una concesionaria para firmar el 08 de esa camioneta Bronco ante un escribano, lo que acreditó en la causa con los mensajes de Catoni.
Denuncia anónima
Por esos días, Catoni estaba realizando la capacitación de sus perros. En la denuncia del caso, se señaló que Catoni inició el contacto con una página de Instagram (PER_CANI_K9_PROFESIONAL) y que después le ofrecieron utilizar las instalaciones de la base K9 de Villa Lugano de la Policía Porteña. Aunque atendían a particular, dejaron de hacerlo, para dedicarse exclusivamente a la empresa de Catoni.
Entre marzo y noviembre de 2022, el excéntrico empresario se instaló en la base K9 de Villa Lugano con sus perros y sus empleados. Acordaron el pago de 500 a 800 mil pesos semanales. En la denuncia se apuntó a que el jefe de la sección K9, Hernán Giuliodori, y tres hermanos Di Rico (dos mujeres y un varón) brindaban esos servicios y realizaron el acuerdo.
Una vez que terminó el curso, Giuliodori le ofreció a Catoni realizar otro curso. Era exclusivo para personal de fuerzas de seguridad y estrictamente vedado para civiles. En el curso Catoni fue presentado como un policía del interior. Cuando terminó el curso, el jefe policial porteño –dice la denuncia que se hizo en forma anónima- le pidió otros dos millones a Catoni, a modo de compensación a lo cual el empresario se negó.
Además de regalarle una moto a Di Rico, Catoni también le había regalado una moto de alta cilindrada a Giuliodori.
Relación rota
En diciembre la relación amorosa de Catoni y Di Rico se rompió. Allí empezaoon los reclamos mutuos.
La policía porteña le pedíala firma del 08 de la camioneta Ford Bronco –que Di Rico utilizaba y estaba en su poder- y sino la devolución del Peugeot 208 que estaba a nombre de un socio del empresario.
Allí Catoni le solicitó que dejara la casa que estaba pagando a Di Rico.
Al declarar ante el Tribunal la querellante ratificó sus dichos. "Javier Catoni era mi pareja. Tuvimos una relación bastante intensa. Es un empresario con mucho poder. Es la primera denuncia que hago contra él. Ratifico los términos de la denuncia que hice. Tengo más pruebas que las voy a aportar en breve. Denuncié una estafa, violencia de género y hostigamiento. Una de las amenazas que me profería Javier era que iba a usar su poder para arruinar mi trabajo. Esa amenaza en particular la hizo en un viaje que hice a la provincia de La Pampa. Fui a un campo de Javier", dijo.
De hecho cuando se pidieron los registros de los vehículos, estaba inscripta una "permuta" que finalmente no se concretó entre el Peugeot 208 y la Bronco.
Catoni le envió -dos días antes de ese viaje- dos mensajes de audios en los cuales él contaba los pormenores de una conversación que habíamos mantenido antes de hacer el viaje. "Ahí decía que me iba a hacer sufrir, no decía de qué manera. Le contesté y me dijo que los mensajes eran para el psicólogo", dijo.
El viaje lo realizaron junto a los otros policías, pero la actividad se suspendió por el malestar de la situación. La mujer contó que estando en el campo en La Pampa "… nos fuimos a hablar a un lugar apartado. Le planteé que lo que estaba haciendo estaba mal y ahí me dice que la relación no estaba terminada y que iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para cagarme la vida".
El 1 de febrero de 2023 se hizo una denuncia contra el jefe y sus hermanos por lo ocurrido en la sección K9. La denuncia también se publicó en algunos diarios digitales tales como ?En clave? y ?Data Clave?. Fue difundida también en C5N. Di Rico está en disponibilidad –al igual que su jefe Hernán Giuliodori y su hamana y su hermano-. y la causa sigue abierta.
En esa causa declaró un ex jefe de Di Rico y ex pareja, Guillermo Vasallo, ex jefe de la sección K9. Dijo que se entrevistó con Catoni, quien le comentó la relación con la mujer policía. Pero Vasallo dijo que se negó a hablar de eso, porque la hacía mal.
El testimonio de Vasallo fue clave para el sobreseimiento de Catoni. El ex policía declaró que la Di Rico le dijo que le habían "prestado" la Bronco.
Catoni fue sobreseído porque el juez consideró que no hubo delito ni engaño. Y que todo fue en el marzo de la relación entre Catoni y Di Rico, que eso debe ser discutido en el ámbito privado.
