La Pampa

Un excéntrico que apareció en La Pampa

Javier Catoni en el hangar de "Special Missions" en el Club de Planeadores, donde vendrá el mediático Alex Caniggia. En 2015, el empresario protagonizó un brutal siniestro vial en Santa Rosa.

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EL DIARIO digital

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Javier Catoni llegó a La Pampa porque se casó con una santarroseña, Patricia Parodi.

Cuando decidió asentarse en la provincia consiguió trabajo en el área de Seguridad del Banco de La Pampa. Estuvo entre el año 2006 y 2009. Su salida fue empujada por dos incidentes: llevó a la sede central del BLP armas de largo calibre para ofrecerlas en la venta (tiene una importadora de armas) y otro oscuro incidente en el que aparecieron varias veces las paredes del baño manchadas con excremento.

Sus inicios laborales fueron en "Holder internacional", una agencia dirigida por un ex integrante de la CIA, Frank Holder. Allí trabajó entre 2001-2007. En rigor, siguió trabajando con Holder, que vendió su firma a FTI Consulting, una consultora que desembarcó en Argentina. 

La firma que creó Catoni es "Funda Royal Entreprise". Tiene tres ramas: "Royal Entreprises Defense", "Royal Entreprises Trainning Center" y "Royal Entreprises Importaciones", con importaciones multirubro.

Fue un brutal accidente de tránsito lo que puso en la opinión pública el 4 de mayo de 2015: chocó con su Amarok, a gran velocidad, a una camioneta Renault Duster.

Fue en la esquina de Crispiniano Fernández y Salvador Pérez. Hubo varios testigos del accidente: la Amarok fue un imán para la atención de los vecinos desde que dobló chirriando las ruedas en la esquina de Pérez y Spinetto, en la cancha de All Boys. Un conductor lo siguió: vio desde atrás su alocada carrera. Y pensó que iba a chocar: de hecho fue testigo del impacto. Y declaró que nunca vio las luces rojas de freno de la Amarok, en los instantes previos al impacto contra la Duster.

Catoni tiene formación y certificados sobre manejo, especializado en seguridad y custodia de empresario y millonarios de nivel mundial. La Amarok de Catoni chocó la puerta trasera de la Duster. La hizo girar en el aire y la depositó en la vereda. Superó, la camioneta impactada, la altura del cordón y otro escalón que tenía la vereda. Le provocó heridas y traumatismos a los ocupantes. Un matrimonio, la hija (quien sufrió una perforación de pulmón y fue internada en terapia) y una nieta.

Los vecinos vieron un rápido movimiento de Catoni: sacó una baulera, como la que se llevan armas largas. Eso fue llevado a otra camioneta que apareció en el lugar: la conducía un empleado de la justicia federal. También se llevó una caja con envoltura negra. El personal policial lo atendió amablemente a Catoni: Criminalística informó a los medios que no había heridos. La mujer ya estaba en la guardia con diagnóstico de neumotórax.

Después de ese accidente, Catoni tuvo diversas apariciones públicas. Fueron notas periodísticas con acciones solidarias: el tendido de una red eléctrica para una escuela rural y el viaje de Guada de la Cruz (la nena santarroseña que padece cáncer y realiza un tratamiento en Barcelona) en avión privado de Santa Rosa a Buenos Aires, previo al viaje hasta España.

Ahora realizó un despliegue promocional de su empresa "Special Missions", una base militar asentada en el medio de La Pampa. Una nota exótica que seduce a las crónicas nacionales.

Robo y allanamiento

El pasado viernes, el empresario Javier Catoni denunció un robo en una comisaría de la ciudad. Por las cámaras de seguridad advirtió que una de las empleadas accedió a su caja fuerte. Llamó a la Policía, logró una orden judicial de requisa a todas sus empleadas y finalmente recuperó 1.001 dólares y 86 mil pesos. 

De acuerdo a lo que pudo saber El Diario, la intervención fue de la Seccional Primera. A las 11.30 horas, Javier Catoni comunicó que al revisar las cámaras de seguridad comprobó que una de las empleadas de limpieza abrió la caja fuerte. No tenía permiso para esa tarea.

Por eso se solicitó la demora de tres empleadas. Y se pidió al Ministerio Público Fiscal la intervención. Además, se convocó a la Agencia de Investigación Científica.

El procedimiento siguió después de las 3 de la tarde. A esa hora, con una orden de la jueza de Control, Paola Frigerio, se procedió a la requisa de las tres empleadas domésticas. La policía no halló nada entre las ropas.

Pero en una mochila de cuero propiedad de una de las empleadas, dentro de una billetera, había 86 mil pesos en billetes de 1.000 y además 1.001 dólares. El dinero fue secuestrado y la AIC hizo las pericias. Las tres mujeres fueron notificadas en libertad.

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