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EL DIARIO digital
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En 2022, Héctor Olguín había visitado Río de Janeiro y conoció a un integrante de la organización del Carnaval, quien a su vez lo acercó a una de las escuelas de samba que participan del evento. Su pasión por el baile fue tal que "Paraíso do Tuiuti" lo invitó a formar parte del espectáculo el año pasado.
"Bailé en el carnaval de Río, o mais grande du mundo, todavía no lo puedo creer. Cumplí el sueño de mi vida", había manifestado en esa oportunidad emocionado Olguín, un policía retirado de 60 años, luego de atravesar, el pasado lunes, el "Sambódromo da Marquês de Sapucaí", en el barrio "Cidade Nova" de Río de Janeiro.
El santarroseño fue uno más de los bailarines que recorrieron los 550 metros del sambódromo, con capacidad para 75.000 personas. Según dijo, esta vez la cantidad de personas superó las 55.000, mejorando el número del año pasado.
"Salimos novenos en la general", contó Olguín este año a El Diario. "Salir a la pista toda iluminada, con miles de personas en las tribunas que gritan, saltan, bailan, es hermoso. Una sensación única a irrepetible", concluyó.