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El juicio por el femicidio de Agustina será en abril

Este miércoles se hizo la última audiencia de control de acusación. Silvana Cappello, mamá de la víctima, declarará como testigo.

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EL DIARIO digital

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Finalmente, el caso de Agustina Fernández -la joven santarroseña asesinada en Cipolletti- se encamina a encontrar justicia: este miércoles se definió que el juicio al único imputado en el femicidio, Pablo Parra, será en el mes de abril.

Desde el mediodía y hasta avanzada la tarde de este miércoles se llevó a cabo la última audiencia de control de acusación, donde se definieron, entre otras cosas, la cantidad de testigos. Ahora solo falta que la Oficina Judicial de Cipolletti defina los días de las audiencias, que en este caso tendrá un juicio por jurados.

Silvana Cappello, mamá de la víctima, participó de manera virtual. "Nos conectamos un poco más tarde porque no podíamos ingresar al link que nos pasaron", dijo ante una consulta de El Diario.

Y agregó: "ya habían hablado sobre que yo declare o no, y el juez aceptó… de todos modos, a lo último de la audiencia la defensa se volvió a oponer pero no creo que prospere nada de eso".

Perpetua

En la previa de la audiencia, Silvana Cappello habló con este diario y mandó un mensaje a la Justicia. "Si no es perpetua que esperen de mí lo peor", advirtió.

"La verdad es que tengo esperanza de encontrar justicia, y si no es en lo inmediato voy a hacer lo imposible para que así sea. Que te digan 10, 15 o 25 años creo que es una falta de respuestas. Si no es perpetua que esperen de mí lo peor, no solo de mí, sino de toda la gente indignada que hay allá porque hay muchos femicidios sin resolver. Nosotros no hemos podido hacer bien el dueño porque ya tendríamos que tener una condena. Espero que luego de esperar tanto tiempo sea una perpetua", reafirmó la mamá de Agustina.

- ¿Confiás en el juicio por jurados?

- Sí, creo que fue una de las cosas que más me alegró… porque dentro de todo me parece lo más transparente… creo que es el segundo o tercer caso en la región, golpeada por este tipo de femicidios.

- ¿Si te permiten declarar, en qué querés hacer hincapié?

- Primero que nada quiero decir que soy la madre de la víctima y la persona que él (Parra) llamó para poner en conocimiento de lo que pasaba con Agustina. Él me incluyó a mí, entonces es muy importante lo que tengo que decir. Dudo que no vaya a poder declarar, el miedo de que yo declare es de él no mío, no hay nada que tenga que inventar o mentir.

- La defensa dijo la última vez que fue un robo planificado. ¿Qué pensás de eso?

- Hay pruebas que indican otra cosa… él quiere plantar eso, planificado por él, porque fue todo planificado, para salvarse quieren ir por esa línea. Y si fue así, hizo abandono de persona, porque la dejó ahí tirada. Las pruebas dicen otra cosa, que se inventen la historia que se quieran inventar.

El hecho

Agustina Fernández tenía 20 años y había llegado a la ciudad de Cipolletti en marzo de 2022 para estudiar medicina. Su familia le había alquilado un departamento en un complejo de la zona este. Vivía sola, pero había generado un vínculo de amistad con Pablo Parra, un trabajador petrolero que casi la doblaba en edad. 

Como él vivía en el mismo complejo, le empezó a ofrecer compañía y ayuda con intenciones de conquistarla. De hecho, se supo que le había regalado un anillo de compromiso y que la había invitado a un viaje a la cordillera. La joven lo rechazó y el día del ataque estuvo con otro muchacho que había conocido en un bar. Para la fiscalía, Parra entró en ira por ese encuentro. Ese mismo día, él la invitó a su departamento y la dejó sola con la excusa de buscar helado.

Según la investigación de la fiscalía, el atacante regresó y entró por el paredón. Un pedazo de su ropa quedó en la concertina, al igual que las huellas de su pisada en el patio. Allí se produjo una discusión, ella intentó irse, pero él le destruyó la mano de un portazo. Y la golpeó fuertemente en la cabeza. Después simuló un robo y volvió a escaparse por el mismo lugar.

Agustina agonizó con muerte cerebral hasta que en los días posteriores donaron sus órganos.

El caso generó un sinnúmero de especulaciones, con varios sospechosos y hasta un identikit que no arrojó resultados. Finalmente, en diciembre del año 2022, el fiscal Martín Pezzetta consiguió la orden para allanar la casa de Pablo Parra y detenerlo.

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