La Pampa

El repunte de la segunda quincena, entre las dudas y la esperanza

La primera quincena cierra con niveles de ocupación general del 50 al 60% de lunes a jueves, y del 80 al 90% los fines de semana. También preocupa el bajo nivel de gasto de los turistas. ¿Cambiará el panorama en el segundo tramo del mes?

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EL DIARIO digital

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La primera quincena de enero llega a su fin y en Monte Hermoso, una de las playas más elegidas por los pampeanos, no se ven las usuales caras de satisfacción, de la misma manera que ocurre en el resto de la Costa Atlántica bonaerense.

El sector turístico se debate entre una fuerte incertidumbre por lo que vendrá en el último tramo del mes y la esperanza, siempre viva, de un repunte de la actividad que permita disimular lo que para muchos ya es un hecho: que esta será la peor temporada de los últimos 20 años.

El nivel de ocupación que se registre tras este fin de semana permitirá tomarle el pulso al alicaído verano 2024. Si se encuentra cerca del 90%-100% -algo normal en años anteriores-, el cambio de ánimo será inmediato; si se aleja de esos porcentajes, la preocupación se ahondará. 

Por lo pronto, la temporada arrancó muy lejos de lo deseado. Lo demuestran los porcentajes de ocupación que estimaron comerciantes, agentes inmobiliarios, empresarios del sector e incluso las autoridades de Turismo consultadas por La Nueva.

Según la mayoría, entre los lunes y jueves de la primera quincena el nivel de ocupación fluctuó entre un 50% y 60%, con picos del 70% en jornadas puntuales (muy pocas, por cierto). Se trata de porcentajes muy bajos en relación con lo que venía mostrando el balneario desde la temporada 2003 hasta hoy. 

El sábado y domingo pasado, en tanto, el nivel de ocupación fue del 88%, según datos que difundió el área de Turismo. Un porcentaje similar se registró en el fin de semana de la Fiesta de Año Nuevo, lo que confirma el pronóstico de varios experimentados agentes turísticos: este será un verano "de escapadas de fin de semana". 

El agente inmobiliario Daniel Luis confirmó al diario La Nueva de Bahía Blanca que la Fiesta de Fin de Año permitió arrancar la etapa más fuerte de la temporada con "tres o cuatro días de buenos alquileres", aunque luego la demanda de propiedades cayó significativamente.

"En líneas generales, tenemos el 50% menos (alquileres) que el año pasado. Entre de fin de año y la Fiesta de Reyes Magos se dio un recambio general (de visitantes) y ahora estamos esperando que haya un repunte, aunque el nivel de consultas ha bajado", describió.

"Los valores han bajado entre un 20% y un 30% respecto de lo que se pedía en noviembre y diciembre, pero así y todo hay muchas propiedades disponibles tanto en inmobiliarias como en lo que uno puede ver en forma particular", añadió.

Luis dijo que existe la esperanza de que la segunda quincena sea mejor que la primera y mejoren los porcentajes de ocupación general del mes, aunque se mostró cauteloso.

"Siempre uno apuesta a que lo mejor se dé en este tramo de la temporada y se pueda alquilar todo lo que aún está en oferta, pero está difícil. Se nota en el nivel de consultas", reconoció.

Su colega Daiana Cavalli lamentó que este año volvió a darse "un bache" de afluencia entre el fin de semana de Año Nuevo y la Fiesta de los Reyes Magos.

"Hacía años que eso no sucedía –aclaró-. Lo positivo es que el fin de semana (pasado) vino una buena cantidad de turistas. Lo que nos llamó la atención fue que llegó mucha gente sin reserva, incluso grupos que querían quedarse varios días".

La empresaria señaló que los turistas, y no los propietarios, están tomando la iniciativa en cuanto a la definición de los precios.

"Consultas hay, pero las reservas cuestan. La gente parece estar especulando hasta lo último para ver si las tarifas de alquiler bajan o les hacen precio.

En nuestro caso, de hecho, hemos efectuado una baja general del 20% en los precios", indicó.

Otro referente del sector inmobiliario, Federico Blum, reflexionó que la turbulencia política y económica del segundo semestre de 2023 tuvo un impacto enorme en el inicio de la temporada, ya que el mercado de los alquileres se vio alterado hasta los últimos días de diciembre.

"Esto hizo que se demoraran las decisiones de los propietarios en fijar precios, y luego de los turistas en concretar las reservas. Después vinieron las medidas de público conocimiento, que encarecieron el combustible y el costo de vida en general, lo que hizo que la gente decidiera recortar sus días de ocio", dijo a medios locales.

El empresario señaló que en lo que va del verano ha concretado "el 70% de las operaciones del año pasado para esta misma época".

En cuanto a los precios, sostuvo que la merma arranca del "10% al 15%", dependiendo de las condiciones de cada inmueble.

"Hoy, el precio de alojamiento promedio para una familia tipo es de 55 a 60 mil pesos diarios. Hay departamentos de dos ambientes por 35 a 45 mil pesos, y también otros que se alquilan por 100 a 120 mil pesos, en mi caso particular", reseñó.

El comercio, preocupado

Claudio Biragnet, integrante de la Asociación de Comercio e Industria de Monte Hermoso, también dijo a La Nueva que la ciudad "no escapa del clima enrarecido que estamos viviendo todos en el aspecto económico".

"Hasta el momento se pudieron diferenciar dos momentos: el fin de semana de Fin de Año, cuando tuvimos una gran afluencia, que yo estimo que debe haber llevado el índice de ocupación al 80% o más; de allí en más, sobre todo en los días de semana, se sintió la falta de turistas, salvo los sábados y domingos o los días de extremo calor, que no han sido muchos", describió. 

"La situación económica del comercio local, puntualmente, no es buena. Hay muy poco consumo en general. Solamente se ve un poco más de gente aglomerada en confiterías y restaurantes, sobre todo durante la noche, pero en el resto de los rubros (el consumo) está muy postergado. Está todo muy tranquilo", reconoció.

Hugo Sierra, propietario de un restaurante especializado en pastas, dijo a La Nueva. que se percibe una caída general de la afluencia "respecto de temporadas anteriores, cuando teníamos una ocupación del 100%".

"En mi caso, han caído las ventas al mediodía, pero las noches son buenas. La merma en las ventas, en general, es del 30% o más. Estamos atravesando una crisis, y la situación del país sin dudas ha influido en que la gente no se vuelque a los sitios turísticos como antes. Uno se aleja del centro y ve que el nivel de ocupación cae", dijo.

"Esperemos que esto se revierta en la segunda quincena y que tengamos un febrero mucho mejor que lo esperado", añadió.

Roberto Maceira, propietario de un restaurante y un complejo de piscinas y carpas en la zona este, calificó a la temporada de "inusual" debido a la turbulencia política y económica de 2023.

"Sabíamos de antemano que iba a ser una temporada difícil. Desde septiembre la gente empieza a consultar por el alquiler de carpas, y poner un precio adecuado en ese momento no fue sencillo, pero en este contexto no nos podemos quejar", dijo.

El empresario destacó que en el restaurante está trabajando con un buen nivel de reservas en horario nocturno. "Hemos tratado de pelearle a la inflación y tener una carta coherente (con el nivel de gasto de los turistas), y creo que eso nos ha favorecido", señaló.

En cuanto al nivel de reservas generales durante enero en el complejo, dijo que ronda el 70%.

"La segunda quincena en particular viene muy bien. En febrero sí notamos una caída (de reservas), pero estamos trabajando para corregir tarifas y generar ofertas para que el complejo pueda estar lo más lleno posible, sobre todo a partir del día 15", reconoció el empresario.

"Hay temporadas mejores y otras peores. Si fuera todo para arriba, sería muy fácil. Hay que buscarle la vuelta y pensar que esto es pasajero, que en algún momento se va a revertir", cerró.

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