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EL DIARIO digital
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La fiscala Verónica Campo, ahora propuesta por el gobernador Sergio Ziliotto para ser ministra del Superior Tribunal de Justicia, no tiene una carrera judicial prolongada y le tocó que su idoneidad fuera seriamente puesta en duda cuando asumió el cargo actual. Es hija del exvicegobernador y exintendente de General Pico Luis "Cacho" Campo, y de la ex ministra de Educación, María Cristina Garello..
Campo fue propuesta por Ziliotto como reemplazo de Elena Fresco, quien se jubila del máximo organismo judicial: no es ningún secreto que está vinculada al vernismo, y ya cuando se la propuso como fiscal en 2015 tuvo que afrontar severos cuestionamientos por parte de algunos sectores de la oposición política.
En esa ocasión, fue el entonces diputado radical Hugo Pérez el vocero de la furibunda posición del bloque del Frente Pampeano, que votó en contra de sus pliegos, puso en duda su ética y dijo que llegaba al cargo solo por ser "hija del poder".
Estaba cantado que Ziliotto propondría a una mujer para ese lugar, puesto que el resto de los cargos del STJ están en manos masculinas. La propuesta de Campo fue una sorpresa, aunque tampoco está claro que hubiera muchas opciones.
Campo es oriunda de General Pico donde cursó estudios secundarios, se graduó de abogada en la Universidad Torcuato Di Tella y es master en Derecho Administrativo. A lo largo de su carrera realizó cursos, seminarios y participado de múltiples congresos vinculados a su formación de grado.
En lo que a su trayectoria laboral se refiere, Campo se desempeñó en la órbita de la Fiscalía de Estado; ha sido asesora de distintas reparticiones públicas; ejerció la docencia y, en el marco del Poder Judicial se desempeñó como Jefa de Oficina Judicial y desde el año 2015 ejerce como Fiscal en el Segunda Circunscripción Judicial.
En abril de 2015 fue designada fiscala con el voto del oficialismo, pero también de otros espacios legislativos, incluyendo a la tiernista Sandra Fonseca, al Frente Renovador, el PRO y Pueblo Nuevo.
En aquella sesión, Daniel Lovera la bancó: "reúne los requisitos exigidos por las reglamentaciones vigentes, habiendo demostrado durante la entrevista conocimientos dogmáticos y prácticos".
Hugo Pérez salió al cruce: dijo de Campo que "no reúne las características esenciales para ese cargo y carece también de antecedentes". Recordó que "en la selección del Consejo de la Magistratura haya obtenido 4,20 puntos sobre un total de 30 en el rubro antecedentes y sin embargo, por su coloquio quedó como una de las mejores".
"No está provista de idoneidad, honestidad ni trasparencia ética", dijo Pérez y le enrostró que "cobraba sueldo como síndico de Pampetrol y también facturaba a una UTE". Pidió "que se capacite" y aseguró que "se siguen creyendo que por ser hijos del poder les basta".
La entonces diputada Fernanda Alonso, hoy intendente de General Pico, dijo que había una "animosidad personal de Pérez con Campo". Carlos Bruno aclaró que Pérez hizo de vocero de su bloque. Y el dirigente de Alpachiri interpretó que la situación representaba "gravedad institucional".
