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Policía envenenado: una testigo hizo hincapié en la violencia de género

Otra vez, como ocurrió ayer, Gabriel Páez Albornoz se retiró a una sala contigua a seguir el juicio en forma virtual.

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EL DIARIO digital

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Este martes a las 8:30 de la mañana arrancó una nueva audiencia por el juicio al Yanina Coronel, la mujer acusado de haber envenenado a su entonces pareja, el policía Gabriel Páez Albornoz.

Las tres primeras audiencias del juicio realizadas la semana pasada desplegaron la complejidad del caso, aunque los hechos asoman como revelados. El debate se retomó ayer, siguió hoy y continuará el próximo 7 de agosto con los alegatos.

Se suspendieron las audiencias de los días miércoles 2 y 3 de agosto ante el desistimiento de testigos de las partes.

Otra vez, como ocurrió ayer, Gabriel Páez Albornoz se retiró este martes a una sala contigua a seguir el juicio en forma virtual.

Primero testigo

La primera testigo de este martes fue Noelia Riboyra, empleada de comercio y amiga de Coronel. Trabajaba en un local, al lado del de la mujer acusada.

"Nos hicimos amigas", dijo. "Cuando nació Lorenzo empezó la violencia. No la ayudaba a comprar las cosas durante el embarazo", relató.

Además, recordó que en un momento Coronel se quedó sin trabajo. "Dependía de él", indicó. "El primer hecho de violencia física fue una vez que sacó el arma", contó.

Riboyra recordó que en un momento empezó a hablar con Coronel para alentarla que se fuera de la casa. En el año 2017 logró irse a Eduardo Castex.

"Hablábamos y una vez me dijo que él había cambiado. Sabía que se volvía. Y en ese interín, se murió el padre. Ella estaba más vulnerable", relató.

La testigo también confirmó que cuando Coronel volvió a Santa Rosa, los hechos de violencia "eran diarios". Y dijo que también veía la reacción del nene. "Cuando hablábamos el nene la agarraba del cuello y la apretaba. Si el nene no veía eso, no podía hacerlo", reiteró.

Riboyra indicó que se enteró por los diarios que Yanina Coronel fue detenida, y se quebró el relatar ese hecho.

Segundo testigo

El segundo testigo del día fue Leonardo Carrizo. Es albañil, trabajó en la casa donde vivían Páez Albornoz y Coronel.

Carrizo contó que "una semana antes" Coronel le dijo que no le mandara mensajes de WhatsApp porque el marido "le reventó el celular". Le dijo que le enviara "Messenger".

También recordó que poco después, un día que estaba trabajando, Yanina Coronel apareció en el patio. "Tenía los ojos llorosos y me dijo si conocía un lugar para alquilar. Me dijo que era una mujer violentada", afirmó.

Y que en ese momento Coronel salió corriendo y le dijo: "ahí viene...", y que escuchó la camioneta policial que llegaba. Dijo que a la mujer la vio "atemorizada".

Tercera testigo

La tercera testigo en la audiencia de este martes fue Soledad Ducat. Es dueña de la despensa ubicada al lado de la casa donde vivían Coronel y Páz Albornoz.

Recordó que la llevaron al Hospital de Toay el día del envenenamiento del policía. "Al otro día la vi. Me dijo que su marido estaba mal", contó la despensera.

Cuarta testigo

La cuarta testigo de la jornada fue Luciana Álvarez, sicóloga de Yanina Coronel. Pero no se puede contar públicamente el testimonio por secreto profesional.

Los informes de Álvarez fueron incorporados a la causa. El fiscal Oscar Cazenave pidió que se dejará constancia que no había tenido acceso a esa prueba.

Quinto testigo

El siguiente testigo fue el ingeniero agrónomo Fernando García, especialista en agroquímicos.

García realizó un informe sobre "metomil" en la causa. "Hice un informe con rigor científico pero con un lenguaje sencillo. Para quienes no sepan de plaguicidas", explicó.

El ingeniero agrónomo es perito por parte de la defensa. "La Organización Mundial de la Salud tiene una categorización de los tóxicos. Hay toxicidad aguda. El metomil es altamente tóxico", dijo.

También destacó que "el metomil está etiquetado con una banda roja con la calavera, por su alta toxicidad".

García repitió un principio de la especialidad: "nada es veneno, todo es veneno. La cantidad hace el veneno".

Después explicó que "el metomil viene en polvo para disolver en agua" y que en La Pampa "no se puede comprar sin receta".

García dijo que no puede precisar la dosis que sería mortal. "No todos los individuos responden de la misma manera", aseveró.

El especialista también indicó que la manipulación del "metomil" la realizó con "guantes" y con "cucharas largas" para evitar el contacto con el veneno.

Luego aseguró que una vez, en una charla con productores, le dijeron que usaban "metomil" para matar pumas y chimangos. "Lo conseguían bajo cuerda", reveló.

La jueza Alejandra Ongaro le preguntó a García si algún insecticida común, que sí se puede comprar, no puede contener "metomil". El especialista lo descartó.

¿Falso testimonio?

Durante la audiencia de este martes, en el ofrecimiento de prueba, la defensora Camilia Aimar pidió que se incorpore un cuaderno de Páez Albornoz con un listado de deudores de los supuestos préstamos que daba.

Allí figuraban un testigo y la defensora consideró que podía haber un "falso testimonio". El tribunal se lo negó.

El debate continuará el próximo 7 de agosto con los alegatos de las partes.

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