La Pampa

El frente peronista quedó abajo y obligado a remontar otra cuesta

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El Frente de Todo alcanza el 38,16% de los votos y Juntos por el Cambio, si se suman las cinco listas que compitieron en estas PASO, llega al 48,82%. Estos son los últimos datos oficiales, con el 98,41% de las mesas escrutadas. La participación llegó al 68,94% del padrón.

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EL DIARIO digital

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El frente peronista quedó diez puntos debajo de las cinco listas acumuladas de Juntos para el Cambio en las PASO de este domingo. El punto de partida para la pelea definitiva de las elecciones de noviembre encuentra al oficialismo con una cuesta a remontar.

En el antecedente más próximo, hace cuatro años, pudo hacerlo: la elección es muy parecida, incluso en cuanto a la diferencia (se trata de unos 20 mil votos). Si puede repetir esa recuperación en dos meses es la principal incógnita de las elecciones legislativas definitivas.

La diferencia en los cómputos oficiales es de 10 puntos. El Frente de Todos tiene 38,16%, con 73.163 sufragios; y las cinco listas de Juntos por el Cambio 48,82%, con 93.589 votos. Estos son los últimos datos oficiales, con el 98,41% de las mesas escrutadas.

Los desempeños fueron diferentes según la geografía. La diferencia más marcada a favor de Juntos por el Cambio se registró en General Pico. Toay mantuvo una diferencia a favor del oficialismo. Por otro lado, en General Acha la coalición opositora dobló al oficialismo: Juntos por el Cambio sacó 4.316 votos (sumadas las cinco listas) y el Frente de Todos 2.158.

Se vio venir

Apenas se cerraron las escuelas, los fiscales del oficialismo admitieron rápidamente que la lista del Frente de Todos alcanzaría un porcentaje de alrededor del 40%, mientras que las cinco variantes de Juntos por el Cambio que compitieron en las internas, sumarían casi el 50% de los votos válidos. Así ocurrió.

La alianza de derecha vuelve a quedar arriba del oficialismo en las PASO, como ocurrió hace cuatro años. En esa oportunidad, en 2017, Cambiemos había conseguido un 49,21% (más de 95 mil votos) y el peronismo pampeano había quedado en 38,51% (más de 74 mil votos).

Sin embargo, en aquel momento, en la general el peronismo remontó una diferencia de 20 mil votos y se quedó con el triunfo final, aunque por un margen muy escueto: solo por 76 votos. En esa oportunidad el entonces gobernador Carlos Verna se puso la campaña al hombro y traccionó para levantar la lista del peronismo local.

Ahora el escenario planteado será parecido, y el oficialismo tendrá el objetivo de remontar la cuesta de acá a noviembre. Esta vez le tocará dirigir la empresa al sucesor de Verna, Sergio Ziliotto. Aunque algunos apuntan a que será necesario el auxilio de un liderazgo en retirada, ya que su redil es el más empinado, General Pico.

Trago amargo

En el bunker electoral del Frente para Todos de la calle San Martín, en Santa Rosa, las caras largas fueron evidentes desde temprano. Sin embargo, a la noche, cuando hubo que asumir el resultado, Ziliotto fue el único que habló y planteó una lectura diferente, que habían ganado porque sacaron más votos que la primera lista, la vencedora, en Juntos por el Cambio.

El gobernador Sergio Ziliotto había advertido hace un par de semanas que al peronismo no le gusta "perder ni en los amistosos" y este domingo repitió las metáforas futboleras, rebajó las PASO a una "entrenamiento" para el frente peronista. Es una manera de arengar a la tropa en la previa del "partido final".

El presidente del PJ quedó preso de sus propias palabras y asumió los resultados, aunque sin admitir un revés. Puertas para adentro se reconoce que no era inesperado el resultado de este domingo, con una revancha en un horizonte cercano.

Las listas de Juntos por el Cambio sacaron más votos y eso es inocultable. El peronismo sabe, de todas formas, que nunca una elección de medio término le fue sencilla. Con Verna ganó más cómodo (no tanto) en 2009, pero por menos de 4 puntos. Después, siempre fueron "palo y palo".

Sin dudas, el hecho de que haya 5 listas en Juntos por el Cambio arrastró hacia esa vereda algunos entusiasmos: la atracción de incidir en una pelea que decidía algo.

El peronismo jugó a ganar el "amistoso", no había otra opción, pero tendrá que rearmar fuerzas y salir a buscar más votos, si quiere ganar, para la disputa definitiva de noviembre.

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