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La familia de una de las asesinas de Lucio: "Si lo hizo tiene que pagar"

La madre y un hermano de Abigail Páez dicen que la joven cambió tras formar pareja con la madre del nene asesinado, de la que afirman: "Era muy anti varón".

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EL DIARIO digital

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La familia de Abigail Páez, una de las condenadas por el brutal crimen de Lucio Dupuy, habló luego de la sentencia que se conoció esta semana.

"Si algo hizo lo va a tener que pagar (por su hermana). No va con mis principios eso. Para el culo estamos nosotros", destacó el hermano de Abigail Páez.

"Por más que estoy escuchando música y cocinando, estamos mal. La gente que nos conoce, nos da un abrazo, nos contiene", agregó.

"No te imaginas que la persona que querés haya pasado algo así. Ayer nos desayunamos con un montón de cosas que ella decía que no eran así, no le dio la cara para llamar. Pero cuando lo haga me va a escuchar", completó su madre en una entrevista con el diario Clarín.

"Muy anti varón"

El asesinato de Lucio golpeó a esa familia que -según afirma- no sabía del horror que sufría el nene, pero que ya había padecido dos pérdidas. "En 2016 se nos suicidó un primo y al poco tiempo la hermanita de 11 años en Mar del Plata", explicó el joven que no quiso identificarse.

El suicidio de la nena fue a principios de enero de 2021 en el sexto piso de un edificio en Colón al 1800.

F. reconoce que siempre fue muy unido a Abigail. "Nunca fuimos problemáticos, cero violencia y esto nos afectó", indicó.

"Si cuento quién era mi hermana nadie me va a creer. Cambió un montón por Magdalena. Ella no estaba cuerda, pero no quiero hablar de ella porque tendrían que hablar con sus padres. Tenía muchos problemas, era muy anti varón", aseveró.

En ese punto coincidió con la familia Dupuy, que sostiene que el homicidio debería haberse agravado por "odio de género". Pero los jueces no lo tuvieron en cuenta a la hora de dictar la condena.

"Esto se vincula con la ?muerte al macho?. Magdalena odiaba a los hombres, tenía mucho rechazo. No podías sentarte a charlar con ella", contó sobre su cuñada. Y recordó lo sola que estaba hasta que empezó a salir con Abigail: "No tenía amigos ni rumbo. Se vino con mi hermana a Santa Rosa y nos cagó la vida". En 2018, Magdalena y Abigail se conocieron a través de las redes sociales, dijo F.

Las actitudes de Magdalena impulsaron a la familia de Abigail a decirle que no siga con ella, pero no quería dejarla. "No entendí por qué mi hermana seguía con ella. Un mes antes de que pasara todo fue mi ultima charla con mi hermana en la casa de ellas. Le dije que se aleje. Una amiga de mi hermana también se lo dijo. Pero nos decía que se amaban, pero para mí no era amor eso", recordó.

También F. contó que "Maga nunca quiso a Lucio" y que "nunca se hizo cargo, para traerlo a vivir con ellas fue mi hermana a hablar con la jueza". Y aclaró: "No trabajaba, era vaga, la mantenía mi hermana".

La describió como una mujer muy difícil, sin amistades y que hablaba mal de todo el mundo, incluida su madre y el papá de Lucio, Christian.

"Magdalena trabajó unas semanas en el casino y a la semana pasó lo que pasó. Cobró un sueldo, y con esa plata le regaló un bebote a Lucio como si fuese una nena", subrayó. E hizo hincapié en que "le ponía medias y pantalones rosas. Ella decía que él le pedía, pero era mentira. Quería una nena, no lo quería a él porque rechazaba a los hombres".

"Maga nunca nos cuadró"

Mientras el diario Clarín desarrollaba la charla con el hermano de Abigail, llegaron en moto a la casa su hermana menor y su mamá, Erica Frydlender, que también aceptó hablar. Pero se negaron a ser fotografiados.

"No te imaginas que la persona que querés haya pasado algo así. Ayer nos desayunamos con un montón de cosas que ella decía que no eran así, no le dio la cara para llamar. Pero cuando lo haga me va a escuchar", dijo la mujer de 46 años. Abigail se comunica con su familia a través del teléfono público desde la cárcel, donde compra tarjetas. 

El año pasado, E. fue a visitar a su hija dos veces al penal de San Luis donde estaba cumpliendo la prisión preventiva. La volvió a ver cuando Abigail vino a declarar a Santa Rosa durante el juicio. 

El jueves pasado, para la familia Páez -admiten- fue el peor día de sus vidas. "Por primera vez en 46 años tome un pedacito de clonazepam para dormir", confesó.

Y agregó: "Ayer me subió la presión cuando vi la tele y fui a la salita del barrio. Cuando llegué me asusté porque la absolvieron a Magdalena (por abuso sexual) y me agarró una crisis. Las dos vivían juntas, no podía ser que la condenen a Abigail sola". Esto mismo es lo que planteó la fiscalía, la familia Dupuy y todas las personas que estaban fuera del Centro Judicial aguardando el veredicto.

No entienden lo que sucedió y cómo su hija fue condenada por un crimen. "Cuando vimos todo lo que dijo la jueza no lo podíamos creer. Porque así como es él (por su hijo que está a su lado derecho) es Abigail. No nos entra en la cabeza. Siento que no es la Abi que yo crié", subrayó E.

Aunque la mujer tiene en claro algo, nada justifica el homicidio: "No le voy a soltar la mano porque es mi hija, pero no puedo avalar eso. Antes de conocer a Maga era otra. Maga nunca nos cuadró". La falta de aceptación de la familia Páez traía cortocircuitos con Abigail porque defendía a su pareja y, cuentan, eso hizo que Abigail se alejara.

Pese a que Lucio casi vivía en la casa de los Páez porque iba al colegio de ese barrio, Magdalena no aceptó que el chico viviera allí. "Maga no quería que se quedara de lunes a viernes porque después él no se iba a querer ir con ella. Cada vez que venía los fines de semana jugaba con mi sobrina en el patio de enfrente de la casa", indicó.

Para esta familia, Lucio significaba felicidad. Lo recuerda jugando en ese living con su nieta porque tenían la misma edad. "Cuando se peleaban yo los retaba y él me decía: ?Sí, abuela, ya sé que si nos peleamos llamás a nuestras mamás y me tengo que ir?. Me tomaba el pelo y yo me reía. Le decía bueno pero no peleen. Ya sabía el versito. Mi nieta lo tenía como un hijo porque es re brava y él, re dócil".

El remordimiento de no haber podido evitar su muerte reina en esta casa. "Si hubiera sabido lo que pasaba, lo hubiese ayudado", confesó E. 

"A pesar de que Christian no fue un padre presente, le diría que le pido perdón porque fue mi hija la que supuestamente hizo eso, las dos en realidad", dijo.

Aunque aclaró: "Él debe saber muy bien que no fue el padre que debía ser. Cuando Magdalena le pidió que se quedara con Lucio, él le dijo que no tenía lugar porque trabajaba todo el día en un frigorífico, que la mujer estaba embarazada (de Paloma) y no iba a cuidarlo".

"Abigail no era la mamá de Lucio pero lo cuidaba. Magdalena le puso toda la responsabilidad a Abigail, pero eso no justifica lo que sucedió", señaló en otro tramo de la entrevista.

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