La Pampa

"No me dejen sola"

La mamá de Agustina, Silvana Cappello, dejó un fuerte mensaje en la búsqueda por justicia después de que se conociera el traslado de Pablo Parra a un Establecimiento de Ejecución Penal.

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EL DIARIO digital

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La mamá de Agustina Fernández, la joven santarroseña de 19 años que fue asesinada el 2 de julio pasado en la ciudad de Cipolletti, volvió a usar sus redes sociales en su búsqueda de justicia: "Te amo por siempre, las señales están. La justicia llegó a Cipolletti, señores somos nosotros... esta familia pampeana. No me dejen sola", expresó Silvana Cappello.

Fue este domingo, pocos días después de que se conociera el traslado de Pablo Parra -acusado por el femicidio de su hija- al Establecimiento de Ejecución Penal N°5 de esta localidad.

Si bien Parra fue acusado formalmente por la fiscalía y finalmente trasladado a un penal, el camino hacia el juicio será largo y sinuoso. En este momento, el imputado se encuentra cumpliendo con prisión preventiva, en tanto que la Jueza de Garantías dispuso un plazo de cuatro meses para la investigación preliminar.

Una vez terminado ese período de tiempo será momento del control de acusación y, finalmente, el inicio del juicio, el cual se llevaría a cabo bajo la modalidad de juicio por jurados, ya que -por el delito cometido- la única pena prevista es la de condena perpetua.

Además, fue la presión ejercida por parte de la familia de Agustina la que llevó a que se avanzara en la causa y en la búsqueda por justicia. Si bien el acusado en un principio había sido "descartado" como autor del femicidio, su mamá siempre estuvo convencida de que había sido partícipe.

Esto se logró demostrar, finalmente, cuando el perito contratado por la familia, Eduardo Prueger, ofreció -tras meses de arudo trabajo- una serie de pruebas científicas que apuntan hacia el trabajador petrolero como principal sospechoso. A partir de estos análisis se ordenó su detención y acusación en el mes de diciembre.

El traslado de Pablo

"No es alegría; siento que las cosas se están dando como tienen que ser, sin privilegios. Él ya gozó de la libertad durante seis meses", puntualizó Silvana Cappello en diálogo con LU19 La Voz del Comahue al referirse sobre el traslado de Parra al Penal N°5 de Cipolletti.

Al tiempo que reveló que desde que se le dictó la prisión preventiva, a fines de diciembre, "la tranquilidad la tenemos todos. Especialmente la comunidad de Cipolletti, que lo tenía suelto en las calles".

"Lo que sentimos es tranquilidad para todos, los amigos, la familia, la gente que la quería; ahora tenemos un poquito más de paz. El ya gozó de estar libre, estuvo más de un mes en una comisaría, con otro tipo de privilegios… Ya era hora…Todos tenemos derecho a la justicia, a un juicio justo, pero las cosas se tienen que dar como tienen que ser. Yo no voy a parar hasta escuchar la palabra perpetua del juez que le toque la parte", continuó.

Por último, expresó que, como padres y como querellantes, continuarán participando de todas las instancias que faltan hasta el desarrollo del juicio. "Mi visión está enfocada en junio o julio… que se cumple un año de su muerte. Que haya perpetua. No vamos a dejar pasar un año más. Esto no va a quedar así. No somos quienes para juzgar, pero no le erramos", enfatizó y luego agregó: "Lo que no quiero es que esta persona en 10 años vuelva a las calles de Cipolletti… igual está la condena social, aunque creo que esta parte nunca le importó. Menos ahora. Así que por eso pido, que no vuelva a salir".

El asesinato

En una audiencia por teleconferencia, que se llevó a cabo hace un mes, el fiscal Martín Pezzetta describió el caso y presentó las pruebas que tienen en su contra.

Agustina "alquiló en marzo, tenían una relación de amistad y tuvieron relaciones sexuales. Parra quería un noviazgo, pero ella no. El 2 de julio a ella la visitó un joven. Luego ella salió a comprar y al regresar Parra estaba en la puerta del complejo. Allí la invitó a cenar", manifestó el fiscal al contextualizar el caso.

Pezzetta graficó que "tuvieron una relación de amistad, con él siendo servicial ayudándola. Parra quería una relación de intimidad, pero ella no quería tener una relación amorosa porque quería recibirse y volver a Santa Rosa. Eso lo manifiestan testigos".

Dos de las amigas que Agustina hizo al comenzar a estudiar en Cipolletti manifestaron que la joven "le puso un límite" a los intentos de Parra por tener una relación íntima. "Él no aceptó esa situación, siguió adelante y trató de conquistarla. Y en ese momento reclamó por la ayuda que le había dado", dijo el fiscal.

Según Pezzetta, Parra le regaló un anillo de compromiso e hizo reservas para viajar en pareja a San Martín de los Andes mientras ella tenía pasajes para viajar a Santa Rosa. "El tenía una obsesión con ella, dijeron las testigos", manifestó el fiscal.

En ese contexto, Agustina tiene un encuentro con otro joven. El acusado "le manda mensajes y la espera en la puerta del complejo", donde la invitó a cenar y se aseguró que fuese a su departamento.

Para los investigadores, el rechazo amoroso y el vínculo con otras personas fueron los detonantes del crimen que Parra ejecutó siguiendo un plan para intentar salir impune. Pezzetta describió que las puertas del complejo y el departamento del acusado no estaban forzadas y que se pudo descartar a todos los visitantes que habían estado en el edificio. "Las cámaras demuestran que no pudieron cometer el hecho", dijo el fiscal.

Las pruebas científicas comenzaron a centrar sospechas sobre Parra y descartar la teoría del robo. "No se encontraron huellas de otras personas y el único rastro de calzado detectado en la mesa -que se usó para trepar el muro y entrar por el patio- es de Pablo Parra", dijo Pezzetta.

El fiscal afirmó, además, que en el alambrado se encontró una tela azul con ADN de Parra. "La evidencia científica que en las puertas de acceso no hay rastros de una tercera persona y en el movimiento de ingreso por el patio hay rastros de Parra", expresó el representante del Ministerio Público Fiscal.

Según la acusación, una vez dentro del departamento, Parra se valió de su mayor tamaño y fuerza para atacarla. La "joven quiso huir, abrió la puerta y dejó su mano en el marco, pero él cerró la puerta, como evidencian lesiones lineales en su mano", dijo Pezzetta.

La teoría de la Fiscalía consideró que Parra la sujetó, la tiró al piso y le golpeó dos veces la cabeza contra un mueble y también en la cara. Además, describió que la joven presentaba lesiones defensivas.

Pezzetta aseguró que hay más de 30 testimonios que permitieron comenzar a reconstruir la relación entre Parra y Agustina y las horas previas al femicidio.

El crimen ocurrió entre 19.32 y 19.38, cuando se puede ubicar a Parra en la escena. Ella manda un mensaje a una joven con la que se había encontrado esa tarde. A las 19.36 un vecino del complejo escucha un golpe y a una mujer que dice "pará, pará". Y a las 19.38 se apaga el teléfono de Agustina.

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