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Luego del traslado de Parra a un penal, Agustina fue homenajeada

Así lo dio a conocer la mamá de la joven estudiante santarroseña, asesinada el año pasado en la ciudad de Cipolletti.

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EL DIARIO digital

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Silvana Capello, la mamá de Agustina Fernández, la joven santarroseña estudiante de medicina que fue asesinada el pasado 2 de julio en Cipolletti, usó sus redes sociales para mostrar el último homenaje que se hizo para su hija: compartió como un local de ropa se acordó de ella en medio de su inauguración.

A lo largo de este tiempo (poco más de seis meses), fueron muchas las imágenes de Agustina, las cuales eran parte de alguna producción de fotos, las que acompañaron el pedido de justicia. Todo parecía indicar que en algún momento la joven dedicó su vida al modelaje, para luego volcarse a la medicina, y detrás de esas campañas estaba Mara Lluch, tal como lo contó la propia Capello.

En este contexto, la mamá de Agustina relató que Mara en los últimos días inauguró su propio local de ropa, y en las paredes del mismo le dedicó un espacio más que especial a su amiga.

"Mara Lluch fuiste parte importante en la corta vida de Agus. Ayer inauguraste tu local y no te olvidaste de ella a tu manera. Esta ahí, alentándote como siempre lo hizo. Gracias, gracias, gracias. Dios te de el triple de lo que hiciste por ella", escribió Silvina, junto a una foto en donde se ven dos cuadros de la joven modelando, junto a un ramo de flores.

Por el crimen de Agustina fue acusado formalmente Pablo Parra, a partir de las diferentes pruebas que había en su contra. El proceso está muy avanzado, al punto de que en las últimas horas, el petrolero fue trasladado al Penal N°5 de Cipolletti.

En esa instancia judicial, además, se dictó la prisión preventiva por un plazo de seis meses, que ahora seguirá cumpliendo en el penal cipoleño.

Luego de que se conociera que Parra fue trasladado a un penal de Cipolletti, Silvana Capello habló con LU19 y habló de esta situación. "No es alegría; siento que las cosas se están dando como tienen que ser, sin privilegios. Él ya gozó de la libertad durante seis meses", puntualizó, al tiempo que reveló que desde que se le dictó la prisión preventiva, a fines de diciembre, "la tranquilidad la tenemos todos. Especialmente la comunidad de Cipolletti, que lo tenía suelto en las calles".

"Lo que sentimos es tranquilidad para todos, los amigos, la familia, la gente que la quería; ahora tenemos un poquito más de paz. El ya gozó de estar libre, estuvo más de un mes en una comisaría, con otro tipo de privilegios… Ya era hora…Todos tenemos derecho a la justicia, a un juicio justo, pero las cosas se tienen que dar como tienen que ser. Yo no voy a parar hasta escuchar la palabra perpetua del juez que le toque la parte", continuó la mamá de Agustina.

Por último, la mujer expresó que como padres y como querellantes continuarán participando de todas las instancias que faltan hasta el desarrollo del juicio. "Mi visión está enfocada en junio o julio… que se cumple un año de su muerte. Que haya perpetua. No vamos a dejar pasar un año más. Esto no va a quedar así. No somos quienes para juzgar, pero no le erramos", enfatizó.

Y luego agregó: "Lo que no quiero es que esta persona en 10 años vuelva a las calles de Cipolletti… igual está la condena social, aunque creo que esta parte nunca le importó. Menos ahora. Así que por eso pido, que no vuelva a salir".

El hecho

En una audiencia por teleconferencia, que se llevó a cabo hace un mes, el fiscal Martín Pezzetta describió el caso y presentó las pruebas que tienen en su contra.

Agustina "alquiló en marzo, tenían una relación de amistad y tuvieron relaciones sexuales. Parra quería un noviazgo, pero ella no. El 2 de julio a ella la visitó un joven. Luego ella salió a comprar y al regresar Parra estaba en la puerta del complejo. Allí la invitó a cenar", manifestó el fiscal al contextualizar el caso.

Pezzetta graficó que "tuvieron una relación de amistad, con él siendo servicial ayudándola. Parra quería una relación de intimidad, pero ella no quería tener una relación amorosa porque quería recibirse y volver a Santa Rosa. Eso lo manifiestan testigos".

Dos de las amigas que Agustina hizo al comenzar a estudiar en Cipolletti manifestaron que la joven "le puso un límite" a los intentos de Parra por tener una relación íntima. "Él no aceptó esa situación, siguió adelante y trató de conquistarla. Y en ese momento reclamó por la ayuda que le había dado", dijo el fiscal.

Según Pezzetta, Parra le regaló un anillo de compromiso e hizo reservas para viajar en pareja a San Martín de los Andes mientras ella tenía pasajes para viajar a Santa Rosa. "El tenía una obsesión con ella, dijeron las testigos", manifestó el fiscal.

En ese contexto, Agustina tiene un encuentro con otro joven. El acusado "le manda mensajes y la espera en la puerta del complejo", donde la invitó a cenar y se aseguró que fuese a su departamento.

Para los investigadores, el rechazo amoroso y el vínculo con otras personas fueron los detonantes del crimen que Parra ejecutó siguiendo un plan para intentar salir impune. Pezzetta describió que las puertas del complejo y el departamento del acusado no estaban forzadas y que se pudo descartar a todos los visitantes que habían estado en el edificio. "Las cámaras demuestran que no pudieron cometer el hecho", dijo el fiscal.

Las pruebas científicas comenzaron a centrar sospechas sobre Parra y descartar la teoría del robo. "No se encontraron huellas de otras personas y el único rastro de calzado detectado en la mesa -que se usó para trepar el muro y entrar por el patio- es de Pablo Parra", dijo Pezzetta.

El fiscal afirmó, además, que en el alambrado se encontró una tela azul con ADN de Parra. "La evidencia científica que en las puertas de acceso no hay rastros de una tercera persona y en el movimiento de ingreso por el patio hay rastros de Parra", expresó el representante del Ministerio Público Fiscal.

Según la acusación, una vez dentro del departamento, Parra se valió de su mayor tamaño y fuerza para atacarla. La "joven quiso huir, abrió la puerta y dejó su mano en el marco, pero él cerró la puerta, como evidencian lesiones lineales en su mano", dijo Pezzetta.

La teoría de la Fiscalía consideró que Parra la sujetó, la tiró al piso y le golpeó dos veces la cabeza contra un mueble y también en la cara. Además, describió que la joven presentaba lesiones defensivas.

Pezzetta aseguró que hay más de 30 testimonios que permitieron comenzar a reconstruir la relación entre Parra y Agustina y las horas previas al femicidio.

El crimen ocurrió entre 19.32 y 19.38, cuando se puede ubicar a Parra en la escena. Ella manda un mensaje a una joven con la que se había encontrado esa tarde. A las 19.36 un vecino del complejo escucha un golpe y a una mujer que dice "pará, pará". Y a las 19.38 se apaga el teléfono de Agustina.

El análisis de la jueza

La jueza Agustina Bagniole analizó los planteos de la defensa en torno a los indicios de participación del acusado y sobre los riesgos procesales.

La magistrada consideró que "hay indicios" para sospechar que Parra es el autor del femicidio. Apuntó a la existencia de huellas en la puerta con la que se golpeó a la víctima, el perfil genético en un trozo de tela y la manipulación de los teléfonos celulares.

En torno a los riesgos procesales, la magistrada consideró que debe extenderse la obligatoriedad de investigar el caso bajo perspectiva de género, ya que hay muchos testimonios "medulares" de amigas de Agustina que podrían sentirse intimidadas si Parra continúa en libertad. "Es de sentido común entender que pueden tener miedo a declarar contra una persona que ha cometido" un femicidio brutal como del que se acusa a Parra.

Ante ese escenario, Bagniole determinó imponer la prisión preventiva. Consideró que "seis meses es un plazo razonable" como una situación excepcional, ya que el plazo de investigación es de cuatro meses. "Es un caso con mucha evidencia, que debe ser analizada y falta prueba por producir", manifestó.

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