La Pampa

La Junta Electoral del PRO define el futuro de la lista radical

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EL DIARIO digital

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La confirmación de la lista de la UCR pampeana para la interna con el PRO, dentro de Juntos por el Cambio, se desarrolla contrarreloj para evitar que el centenario partido no tenga, por primera vez, un candidato a gobernador. Los radicales atraviesan este proceso con sus intereses personales a flor de piel y caminando al borde de la ley electoral, pero con la certeza que sus socios no los harán a un lado. 

Si bien la fórmula Berhongaray – Testa deberá imponerse a Maquieyra – Díaz para que los radicales tengan un aspirante a la gobernación, a pocas horas del cierre del plazo para que las juntas electorales partidarias confirmen las listas ante el Tribunal electoral Provincial, el radicalismo aún no cierra las heridas derivadas de la postulación de Berhongaray y la declinación de dirigentes a las candidaturas.

Las discusiones ya no son, mayoritariamente, por si la comunión con el PRO favorece al partido, como lo fue en un principio del acuerdo, sino por cual representante de cada línea ocupa un lugar en la lista de diputados provinciales. Incluso esa postura aleja aún más a las líneas minoritarias, como Nuestra Causa, impulsada principalmente por mujeres y que se formaron ante la escasa participación en las decisiones. Eso hoy no sólo se mantiene, sino que se refuerza al ver que se repiten los nombres de las mujeres en las listas, obligados por la Ley de Cupo.

En ese sentido, el PRO parece haber sido más práctico y conformó la lista con postulantes no sólo todos los "socios" del frente sino también con diversidad territorial, algo que también le está costando a la UCR.

El problema no parece ser sólo de papeles. Parte de los afiliados radicales observaron las disputas por las candidaturas más como aspiraciones personales que una oportunidad para que el partido encabeza la fórmula de Juntos por el Cambio. Con Maquieyra lanzado desde el principio, y apoyado por Rodríguez Larreta, el radicalismo no supo, o no quiso, armarse para disputar la conducción del frente y luego disponer quien ocuparía tal o cual cargo.

Esta postura de la UCR no es desconocida para el PRO, pero tampoco pueden descartarlos de la participación en la interna. Ambos saben que se necesitan para intentar ser gobierno en La Pampa y desbancar al peronismo, por lo que dejar a la UCR sin candidato en la interna sería un suicidio político para Juntos por el Cambio.

Al desafío de confirmar la lista para la interna, a la UCR se le sumará luego demostrar en la práctica esa unidad en los papeles para imponerse en las urnas a la fórmula del PRO. Después, revalidar esa unidad con el derrotado para intentar ser gobierno.

Allá lejos quedó el comienzo de esta unión del radicalismo con la UCR, donde muchos de los que ponen a Raúl Alfonsín con referente hicieron caso omiso al límite puesto por el ex presidente "a la derecha", por ese entonces Macri. En La Pampa, los dirigentes radicales se enredan en sus pretensiones personales, que los llevan a límites tales como poner en peligro una candidatura a gobernador, a sabiendas que sus socios del PRO, a pesar de tener el control de la Junta Electoral, los necesitan para las elecciones generales.

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