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Trabajadores y trabajadoras de establecimientos en riesgo quieren hacer sus planteos de manera oficial pero el Ministerio de Educación a cargo de Pablo Maccione se negaba a formalizar un encuentro porque no tenían personería jurídica.
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EL DIARIO digital
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Docentes, trabajadores y trabajadoras de las escuelas hogares de la provincia -que se sienten en riesgo ante la ofensiva sobre ese tipo de establecimientos- consiguieron un paraguas sindical nacional que les permitiría hacerse escuchar de manera oficial por el Ministerio de Educación.
Hasta ahora la respuesta del gobierno provincial fue que la cartera de Pablo Maccione no podía recibir formalmente los planteos porque el grupo carece de personería jurídica: aunque hace tiempo que tramitan la conformación de un sindicato, les anunciaron que ese proceso podría demorarse hasta 5 años.
En las últimas horas, la Confederación de Educadores Argentinos (CEA) incorporó al Sindicato Docente de Escuelas Hogares y Rurales de La Pampa (en formación), lo cual facilitaría el reconocimiento de la agrupación, puesto que la entidad madre tiene personería jurídica.
El consejo directivo de la CEA ya habilitó la participación del sindicato pampeano, dijeron docentes de nuestra provincia ante la consulta de El Diario. El consejo directivo nacional de la CEA lo preside Leonardo Fabián Felman.
Esta novedad desbarataría el argumento de que Educación no puede escuchar los reclamos porque no hay una organización sindical formal. Tal como difundió un informe publicado por El Diario, la situación de las escuelas hogar genera inquietudes entre docentes y trabajadores y trabajadoras de esos espacios. Pero hasta ahora el Ministerio de Educación no parece dispuesto a atender esas demandas.
El proceso
La situación de las escuelas hogares (su tendencia a la desaparición por la caída notable de la matrícula a partir de una normativa específica, la resolución 44/19) movilizó a quienes trabajan en ellas, y especialmente a los docentes, desde hace algo más de 2 años. Hubo planteos, reuniones, activismo.
En algún momento, esos trabajadores y trabajadoras notaron que el gremio que agrupa a la mayoría de la docencia (UTELPa) no tenía el mismo entusiasmo en sus demandas por este tema puntual ante el Ministerio. Entonces decidieron dar el paso de conformar otro sindicato.
Pero encontraron doble traba: por un lado la burocracia, por otro las puertas cerradas de la cartera a cargo de Maccione.
"El ministro nos dejó claro que no nos va a atender hasta que tengamos la personería", reafirmó en diálogo con El Diario Héctor González, docente de la Escuela Hogar número 73 de Utracán y uno de los que impulsan la agrupación.
Pero además, "nos dijeron que la personería no va a salir antes de los próximos 5 años". "Obtener la personería lleva un tiempo y la voluntad política de firmar los papeles", razona el trabajador. El paraguas sindical nacional modificaría ese escenario.
Uno de los costados del planteo, ni siquiera el principal porque la prioridad son los derechos de la niñez, es el modo en que se reducen los cargos en los establecimientos: al haber menos matrícula también se van cerrando.
En febrero del año pasado, el gremio que agrupa a la mayoría de la docencia salió a decir públicamente que el gobierno provincial se había comprometido a que no cerrarían escuelas hogares en La Pampa.
En una reunión el ministro anunció que comenzaría a funcionar una comisión de trabajo con participación de la docencia.
