La capital, una “trituradora”

Gobernar Santa Rosa es desde hace tiempo un trabajo insalubre. Nadie sale bien parado de esa experiencia. La dirigencia política la llama "la trituradora". O "una picadora de carne". De ahí que animarse a una candidatura sea, para el mundillo de la política, una especie de demostración de coraje.

Después de la intendencia de Oscar Mario Jorge, dos veces reelecto y de alguna manera claramente exitoso en sus gestiones, se sucedieron jefes comunales que nunca lograron repetir.

Néstor Alcala gobernó entre 2003 y 2007, no dejó los mejores recuerdos y cuando fue por la reelección no pasó ni la interna. Después vinieron los fatídicos 87 días de Juan Carlos Tierno, las movilizaciones populares (la foto de portada ilustra esa época), la intervención de Gustavo Fernández Mendía y el interrogante del peronismo, que estaba en situación parecida a la que hoy tiene la oposición (no encontraba candidato).

En 2008 el postulante del PJ finalmente volvió a ser Tierno, y perdió con Francisco Torroba. A su vez el radical no logró la reelección porque en 2011 cayó ante Luis Larrañaga, que a su vez se fue en medio de una ola de críticas para dejarle el cargo al radical Leandro Altolaguirre.

Antes de eso, el PJ enrareció la cancha: en 2015, el Ningo Jorge ganó la interna feroz de su partido, pero se bajó y dejó como candidato a Raúl Ortiz, con un pobrísimo desempeño electoral.

Altolaguirre también se fue con la cabeza gacha. Su sucesor es Luciano di Nápoli, quien sin dudas intentará la reelección.

Eso no quiere decir que no le surjan competidores internos. Si bien la gestión se ha sostenido en varias políticas de impacto positivo en la comunidad, hay quienes desde siempre reniegan de su construcción política y una nueva interna será también fruto de los alineamientos nacionales y provinciales que se vayan dando. Jorge Lezcano ya dijo que está retirado de esa pelea. Marcelo Pedehontaa en algún momento dejó ver sus ganas. Otros dirigentes miran de reojo y en silencio. El tiempo dirá.