Toda actividad humana tiene impactos para el ambiente, con esta premisa en mente vamos a ver en la columna ambiental de hoy uno de los problemas de contaminación de ríos más grande del mundo, los fármacos activos.
Por Florencia Srur (*)
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EL DIARIO digital
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Los medicamentos forman parte de nuestras vidas como humanidad desde tiempos remotos, donde el conocimiento de las propiedades de las plantas ayudaba a malestares y dolencias de antiguas civilizaciones. Más adelante, en el S. XIX, empieza la sinterización de estos compuestos naturales de las plantas para la fabricación de píldoras o jarabes que concentraran su acción farmacológica. Actualmente hay una cantidad inimaginable de medicamentos para todo.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con la contaminación en los ríos del mundo? El día 22 de febrero de 2022 salió publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, también conocida por su sigla, PNAS, un estudio realizado por 127 autores donde detallan qué tipos de ingredientes farmacológicamente activos (APIs) y en qué cantidad existen en 258 ríos de 104 países en los 5 continentes. Una investigación enorme con resultados muy interesantes que vamos a detallar.
Pero primero, quizás se estén preguntando ¿cómo llegan los fármacos al agua? Las personas cuando ingerimos medicamentos, dependiendo de nuestro metabolismo, absorbemos más o menos cantidad de compuesto activo del fármaco, el resto, lo que no se absorbe por el cuerpo, es liberado por medio, principalmente, de la orina. Si tenemos en cuenta que, en muchos lugares del mundo, los tratamientos de aguas grises no se realizan de manera adecuada (o no se realizan directamente) y que toda el agua no tratada o tratada (bien o mal) llega a los ríos, lagunas, mares, entre otros; todos esos APIs que nuestro organismo no procesa terminan en estos cuerpos de agua.
Claro que esto tiene consecuencias ambientales tremendas y una forma de poder observarlas es por medio de bioindicadores, los cuales son especies de flora o fauna que presenten cambios en su forma o comportamiento que nos indiquen que algo malo está pasando. En el caso de los APIs la contaminación afecta enormemente a los peces. Entre las afecciones que pueden presentar están la feminización de los peces (los peces nacen todos de un mismo sexo y según las condiciones ambientales algunos serán machos o hembras para procrear, una feminización de la población significa menos reproducción) y el aumento de la susceptibilidad a la predación. También hay efectos negativos en las bacterias, debido a que al haber mayor cantidad de antibióticos en el medio (el agua) aumenta su resistencia ante estos. Esta consecuencia es más para nosotros/as que para las bacterias en sí.
En este estudio encontraron cuatro APIs que se repetían más veces. Estos son la cafeína, la nicotina, el acetaminofeno/paracetamol y la cotinina (un metabolito de un estimulante). Claro que no en todos los países se encontró la misma cantidad ni el mismo tipo de fármacos en las aguas de sus ríos. Esto depende mucho de los ingresos económicos de cada país y de su calidad de vida en general. Tenemos que tener en cuenta que 1 de cada 3 personas en el mundo no tiene acceso a medicamentos esenciales. Además, que el nivel de desarrollo de un país también se ve reflejado en su calidad de tratamiento de aguas grises.
Debemos tener en claro dos cosas, a modo de conclusión. Primero, que con este estudio se ve claramente la importancia de buenas acciones para el tratamiento de aguas, con tecnologías adecuadas para no contaminar nuestros recursos hídricos. Y segundo, que, en muchos casos, la contaminación era más debido a los desechos que arrojan las industrias farmacéuticas a los ríos, sin el tratamiento adecuado, que por una cuestión de consumo de las personas. Es claro que países que no tienen acceso a la salud presentan mayores tasas de mortalidad a corta edad y que la medicina es, en sí, uno de los mecanismos de defensa más antiguos de la historia de la humanidad. La cuestión está en que reduzcamos el impacto de nuestra presencia.
(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, MP Nº 365. Email: [email protected].