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EL DIARIO digital
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El gobierno de Nicolás Maduro reclamó este lunes la intervención del sistema multilateral para "investigar, sancionar y prevenir la repetición" de lo que definió como "actos de piratería" de Estados Unidos en el Caribe contra buques petroleros venezolanos. La denuncia fue formalizada a través de una carta enviada a los países miembro de Naciones Unidas, en la que el chavismo advirtió que la energía no puede convertirse en un "arma de guerra" y pidió el cese del despliegue militar y del bloqueo.
La misiva fue firmada por Maduro y leída por el canciller Yván Gil durante una transmisión del canal estatal VTV. En ese texto, el Ejecutivo venezolano sostuvo que el bloqueo ordenado por Estados Unidos contra buques petroleros sancionados que entren o salgan del país impactará en la economía mundial y aumentará "la inestabilidad de los mercados internacionales".
El planteo se difundió mientras en Estados Unidos se informó que el presidente Donald Trump prevé reunirse con funcionarios de seguridad nacional. Según lo consignado, participarán el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario de Defensa Pete Hegseth y el secretario de la Marina John Phelan, en un encuentro en el resort Mar-a-Lago, en el marco de lo que la Casa Blanca describió como un "anuncio importante", vinculado a la construcción de nuevas embarcaciones.
En forma coincidente, Rusia expresó respaldo a Venezuela y ofreció "toda su cooperación" ante el bloqueo de buques por parte de Washington. Gil afirmó en su canal de Telegram que mantuvo una conversación telefónica con su par ruso, Serguéi Lavrov, en la que repasaron lo que calificó como "agresiones" y "violaciones" al derecho internacional. "Lavrov expresó de manera firme la solidaridad de Rusia con el pueblo de Venezuela y con el presidente Nicolás Maduro Moros, y ratificó su pleno respaldo frente a las hostilidades contra nuestro país", sostuvo el canciller, y agregó que Rusia manifestará su "total respaldo" en la reunión del martes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Al leer la carta, Gil sostuvo que es necesario el "cese inmediato del despliegue militar, el bloqueo y los ataques armados" porque, según el texto, "la energía no puede convertirse en arma de guerra ni instrumento de coerción política". La misiva advirtió que "el bloqueo y la piratería contra el comercio energético venezolano afecta el suministro de petróleo y energía" y que esa situación amenaza con incrementar la "inestabilidad de los mercados internacionales".
En el mismo documento, el gobierno venezolano afirmó que las medidas "golpearán las economías de América Latina, el Caribe y del mundo, especialmente a los países más vulnerables". También señaló que el principio de combatir la piratería tiene como objetivo "proteger la libertad de navegación y la inviolabilidad de los buques en alta mar", y sostuvo que ese criterio fue "claramente trasgredido" en las operaciones denunciadas.
La carta apuntó además contra la operación estadounidense "Lanza del Sur" en el Caribe, a la que describió como una amenaza directa vinculada al uso de la fuerza. En ese marco, al referirse a la confiscación de al menos dos buques petroleros venezolanos, el texto sostuvo que el Ejecutivo considera esos hechos "actos de agresión", de acuerdo con lo planteado en la Resolución 3314 de la Asamblea General de la ONU.