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Finales, copas y más copas: el fútbol argentino ya arma el calendario de estrellas para 2026

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Entre Trofeo de Campeones, Supercopas y una Recopa inédita, el fútbol local sigue ampliando el menú de finales. El año próximo habrá varios títulos en juego y un esquema que promete partidos decisivos casi sin respiro.

El fútbol argentino no frena. Al contrario: acelera y suma finales como quien reparte figuritas. El próximo sábado, en San Nicolás, se definirá un nuevo campeón cuando Platense y Estudiantes, ganadores del Apertura y el Clausura, se enfrenten por el Trofeo de Campeones. Pero ese partido no será solo una vuelta olímpica más: funcionará como la llave que abre un verdadero laberinto de copas para 2026.

El ganador no solo se llevará una estrella adicional. También quedará habilitado para disputar hasta tres competencias más el año próximo, además de los torneos habituales como la Liga, la Copa Argentina y la Libertadores. Un combo que confirma que, en el fútbol argentino, siempre hay lugar para una final más.

Qué se juega y a qué clasifica el Trofeo de Campeones

El Trofeo de Campeones es el primer eslabón de una cadena que desemboca en un calendario cargado de partidos definitorios. Quien levante el trofeo se clasificará a:

- Supercopa Argentina, donde enfrentará al campeón de la Copa Argentina, Independiente Rivadavia.

- Supercopa Internacional, frente a Rosario Central, campeón anual de la Liga Profesional.

- Recopa Argentina, una competencia inédita que debutará en 2026 y que promete un formato tan particular como polémico.

- La Recopa Argentina: un triangular con reglas poco habituales

La gran novedad del mapa de finales es la Recopa Argentina. Será un triangular entre tres equipos y con un sistema de puntos que rompe con la lógica habitual del fútbol local.

Participarán:

- El ganador de la Copa Argentina.

- El ganador de la Supercopa Argentina.

- El ganador de la Supercopa Internacional.

Si alguno de esos títulos coincide en el mismo equipo, las plazas se completarán con subcampeones, siguiendo un orden de reemplazos establecido por la AFA para evitar repeticiones.

El formato también tiene su rareza. Cada partido se jugará a 90 minutos y, si hay empate, habrá definición por penales. En ese caso, el ganador sumará dos puntos y el perdedor uno, un sistema que remite a viejas épocas, como el torneo 1988/89. Si hay ganador en tiempo reglamentario, serán tres puntos para el vencedor y cero para el derrotado.

El programa será el siguiente:

- Partido 1: campeón de la Supercopa Argentina vs. campeón de la Supercopa Internacional.

- Partido 2: campeón de la Copa Argentina vs. perdedor del primer partido.

- Partido 3: campeón de la Copa Argentina vs. ganador del primer partido.

El título quedará en manos del equipo que sume más puntos. Si hay empate, se recurrirá a diferencia de gol, goles a favor, goles en contra y, como último recurso, el fair play.

Un fútbol que no se queda sin finales

Con este esquema, el fútbol argentino confirma una tendencia que ya es marca registrada: siempre hay una copa más para disputar. Para algunos, una sobrecarga de títulos; para otros, más chances de festejar. Lo concreto es que 2026 ya tiene su mapa trazado y promete una seguidilla de definiciones que mantendrán el calendario al rojo vivo. En el país de las finales, la pelota nunca deja de rodar.

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