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EL DIARIO digital
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El proyecto firmado por Javier Milei excluyó la eliminación del aporte sindical y preservó el rol de los empleadores como agentes de retención. Pese al gesto, la central obrera confirmó una marcha para el 18 de diciembre.
El Gobierno nacional dio marcha atrás con uno de los puntos más sensibles de la reforma laboral y mantuvo la cuota solidaria en el proyecto de modernización que será tratado en sesiones extraordinarias. La decisión, formalizada este jueves con la firma del presidente Javier Milei, fue leída como un gesto hacia la Confederación General del Trabajo (CGT). Sin embargo, la central obrera ratificó su malestar y confirmó una movilización para el 18 de diciembre en Plaza de Mayo.
La letra final del proyecto excluyó el artículo que eliminaba la contribución que realizan los trabajadores no afiliados a los sindicatos. Además, se mantuvo la posibilidad de que los empleadores continúen actuando como agentes de retención de las cuotas de afiliación, aunque con nuevas condiciones.
Según el artículo 137 del texto, los empleadores podrán efectuar la retención "siempre que medie conformidad expresa del trabajador y acuerdo entre las partes", y el mecanismo deberá contar con una resolución de la Secretaría de Trabajo.
Pese a estos cambios, la CGT resolvió avanzar con una protesta contra la reforma laboral. La decisión fue tomada en una reunión de mesa chica por la conducción integrada por Cristian Jerónimo, Jorge Sola y Octavio Argüello. Desde la central sindical señalaron que el descontento no se limita a la cuestión de las cuotas, sino al enfoque general del proyecto.
"Ayer, en conferencia de prensa, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, omitió aspectos clave del informe del Consejo de Mayo. Ese documento, de más de 400 páginas, incluye expresiones que para nosotros constituyen agresiones hacia los trabajadores", sostuvieron los dirigentes. También afirmaron que el informe habla de "trabas" y "aprovechamientos sindicales", y remarcaron que no se explicitó el rechazo de la CGT a varios de los puntos discutidos, que —según indicaron— quedó asentado en la página 288 del documento.
En la Casa Rosada minimizaron la convocatoria. Fuentes del oficialismo aseguraron que no hay preocupación por la marcha y la interpretaron como una expresión de sectores que, según señalaron, representan "la Argentina que estamos dejando atrás".
El proyecto de reforma laboral será uno de los ejes del temario en extraordinarias y anticipa un escenario de alta tensión entre el Gobierno y el movimiento sindical, aun después de los cambios introducidos en la iniciativa.
