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EL DIARIO digital
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Esta distancia se volvió un objetivo accesible para quienes buscan incorporar movimiento sin grandes exigencias. El tiempo varía según el ritmo, el terreno y las condiciones climáticas.
En agendas cada vez más ajustadas, encontrar un espacio para hacer actividad física puede resultar difícil. Por eso, caminar 3,2 kilómetros una distancia breve, accesible y adaptable a distintos niveles de condición física se volvió una de las opciones más prácticas para quienes buscan ejercitarse sin grandes estructuras ni tiempos extensos.
La entrenadora inglesa Sarah Campus señala que esta distancia es ideal porque se puede recorrer caminando, trotando o corriendo en un lapso manejable, lo que facilita sostener una rutina. Además, permite integrar el ejercicio a tareas cotidianas: una vuelta al barrio, un traslado breve o una pausa activa durante la jornada.
Cuánto se tarda en caminar 3,2 km
Campus ofrece una guía de referencia según el ritmo:
Paso tranquilo y relajado: alrededor de 60 minutos.
Caminata moderada y cómoda: entre 40 y 50 minutos.
Paso rápido y decidido (ejercicio ligero): entre 30 y 35 minutos.
Estos tiempos no son fijos: factores como el descanso, la alimentación y el estado físico influyen en el rendimiento.
Qué factores modifican el ritmo
La especialista detalla varios elementos que pueden acelerar o ralentizar la caminata:
Condición física: quienes caminan con regularidad o tienen mayor fuerza en piernas y torso suelen mantener ritmos más estables. Las personas que recién comienzan pueden necesitar más pausas.
Terreno: superficies lisas favorecen la velocidad; colinas, caminos irregulares o arena exigen más esfuerzo y reducen el paso.
Inclinación: una leve subida aumenta la resistencia y la frecuencia cardíaca, mientras que una bajada suave facilita avanzar con menos esfuerzo.
Clima: el calor fatiga más rápido, el frío endurece los músculos, el viento puede frenar el movimiento y la lluvia vuelve resbaladizo el suelo.
Técnica y postura: una zancada firme, hombros relajados y respiración constante mejoran la eficiencia. Paradas frecuentes, distracciones o caminar con mascotas pueden alargar el tiempo total.
Caminar 3,2 kilómetros, aun en su versión más lenta, sigue siendo una forma altamente efectiva de incorporar actividad física diaria. Para quienes buscan hábitos sostenibles, es un objetivo simple, accesible y sin necesidad de equipamiento especial.