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EL DIARIO digital
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Los ministros del Interior aprobaron un paquete que endurece controles y acelera expulsiones, en medio del avance de fuerzas de derecha en Europa.
La Unión Europea dio este lunes un paso decisivo hacia un endurecimiento de su política migratoria al aprobar un paquete de medidas que habilita la instalación de "centros de retorno" fuera de las fronteras comunitarias. Allí serán trasladados los migrantes cuyas solicitudes de asilo resulten rechazadas, a la espera de su expulsión.
La decisión fue adoptada por los ministros del Interior de los 27 Estados miembros reunidos en Bruselas. Las iniciativas, impulsadas inicialmente por la Comisión Europea, deberán ser ahora ratificadas por el Parlamento Europeo para su entrada en vigencia.
El esquema contempla que los migrantes sean enviados a sus países de origen o a otros considerados "seguros" por la UE, siguiendo una lógica similar a la aplicada por Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump. El paquete también prevé sanciones más severas para quienes se nieguen a abandonar el territorio europeo una vez rechazada su solicitud.
"Es realmente importante que transmitamos a los ciudadanos la sensación de que controlamos lo que está ocurriendo", afirmó el comisario europeo Magnus Brunner al defender el giro restrictivo consensuado entre los gobiernos. El debate se da en un contexto de creciente presión política interna, marcada por el avance de la derecha y la extrema derecha en varios países del bloque.
Con esta reforma, la UE busca acelerar los procesos de expulsión, reforzar la vigilancia de sus fronteras y reducir el flujo migratorio irregular hacia el continente.