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EL DIARIO digital
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Un nuevo sondeo muestra que solo el 33% avala su gestión y que el malestar crece incluso entre sus propios votantes.
La luna de miel del segundo mandato de Donald Trump duró menos que un suspiro. Una encuesta reciente de AP-NORC reveló una caída brusca en la aprobación del presidente, y lo más llamativo es que el descontento ya no viene solo de demócratas e independientes: también se instaló entre los republicanos.
El sondeo se realizó después de las victorias demócratas en las elecciones intermedias, pero antes de que el Congreso intentara destrabar el cierre de gobierno más prolongado en la historia del país. En ese contexto, solo 33% de los adultos estadounidenses aprueba la forma en que Trump conduce el gobierno, diez puntos menos que el 43% registrado en marzo.
El golpe más fuerte aparece dentro de su propia tropa. Según la encuesta, apenas 68% de los republicanos dos tercios dicen aprobar su gestión, una caída notable respecto del 81% de marzo. Entre los independientes, la situación es aún más fría: pasaron del 38% de aprobación al 25%.
El desgaste parece acelerado por los efectos del cierre del gobierno, que complicó el tráfico aéreo, dejó a miles de empleados federales sin cobrar y puso en jaque programas de asistencia alimentaria. A pesar de que Trump intentó apuntar contra los demócratas, buena parte de la población responsabilizó a ambos partidos.
Pero el malestar también podría estar vinculado a los cambios drásticos impulsados por la administración en los últimos meses, con el desmantelamiento de agencias federales y despidos masivos que generaron tensión incluso dentro del propio electorado republicano.
La encuesta muestra un dato que preocupa en el círculo presidencial: el apoyo tradicionalmente sólido del Partido Republicano empieza a mostrar grietas. Una de las respuestas más contundentes fue la de Beverly Lucas, una votante republicana de 78 años, jubilada y residente de Ormond Beach, Florida, que expresó:
- "Me siento profundamente preocupada por el cierre del gobierno durante más de 40 días".
- Y comparó el segundo mandato de Trump con
- "tener a un niño petulante en la Casa Blanca, con un poder sin restricciones".
- El humor social, está claro, ya no juega del lado del presidente. Y los números empiezan a reflejarlo con fuerza.