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EL DIARIO digital
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó en Washington una propuesta de veinte puntos que, según aseguró, "si es aceptada, la guerra terminará inmediatamente". El plan incluye desde la liberación de rehenes hasta un programa internacional de reconstrucción, con la promesa de transformar Gaza en una "zona desradicalizada y libre de terrorismo".
El anuncio se hizo en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien respaldó la iniciativa. "Quiero agradecer al primer ministro Netanyahu por aceptar el plan y confiar en que, si trabajamos juntos, podemos poner fin a la muerte y la destrucción que hemos presenciado durante tantos años", dijo Trump.
La propuesta contempla un alto el fuego inmediato, la devolución de todos los cautivos en un plazo de 72 horas, la liberación de 1.950 prisioneros palestinos —incluidos mujeres y niños— y el desarme progresivo de Hamas, con opción de amnistía para quienes entreguen sus armas o abandonen Gaza. También prevé asistencia humanitaria masiva administrada por la ONU y la Media Luna Roja, y la creación de un comité tecnocrático palestino bajo supervisión internacional, con Trump al frente de un "Board of Peace" junto a figuras como Tony Blair.
El plan económico incluye una zona especial de desarrollo, acceso preferencial a mercados internacionales y un programa de reconstrucción inspirado en experiencias de ciudades modernas del Golfo. Según el documento, "nadie será forzado a salir de Gaza", aunque quienes lo deseen podrán emigrar con derecho a regresar.
Otros puntos clave son la conformación de una Fuerza Internacional de Estabilización, la retirada progresiva del Ejército israelí, el inicio de un proceso interreligioso de diálogo y un horizonte hacia la autodeterminación palestina, condicionado a reformas de la Autoridad Nacional Palestina.
Trump definió el anuncio como "uno de los días más importantes de la historia de la civilización" y lo presentó como un paso hacia la "paz en Medio Oriente". Sin embargo, persisten dudas sobre la aceptación de Hamas a un desarme total, la resistencia palestina a una tutela encabezada por el propio Trump y la presión del ala más dura del gobierno israelí —encabezada por Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich—, que reclama la anexión de territorios y choca de frente con cualquier fórmula de Estado palestino o administración internacional de la Franja.
El plan marca un giro en la política exterior de Washington y reabre la discusión sobre la viabilidad de una paz duradera en un territorio devastado por la guerra.
