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EL DIARIO digital
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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió firmemente a las amenazas de sanciones diplomáticas de Estados Unidos, asegurando que su gobierno "no acepta imposiciones de otros gobiernos". La declaración se dio en el marco de las crecientes tensiones entre Brasil y Estados Unidos, luego de la condena al expresidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado.
Lula subrayó que Brasil es un país soberano y que las decisiones del país corresponden únicamente a su pueblo. "Estoy seguro de que construiremos las bases de un país más justo, un país donde todos sean tratados con respeto, y que podremos transmitir a quienes dudan de Brasil, que Brasil es un país soberano, un país con un solo dueño, y el dueño de este país es el pueblo brasileño", expresó el mandatario.
Esta respuesta de Lula se dio después de que el senador estadounidense Marco Rubio advirtiera sobre la posibilidad de que su país imponga "medidas adicionales" contra Brasil en la Asamblea General de la ONU, debido a lo que calificó como un proceso de "desintegración del Estado de derecho" en el país sudamericano. La administración de Lula también presentó una queja ante la ONU por la demora de Estados Unidos en otorgar visas a miembros de la delegación brasileña que asistirán a la Asamblea.
En este contexto, Lula se refirió por primera vez a la condena de Bolsonaro, destacando que el proceso judicial "no fue una 'caza de brujas'" como había señalado el expresidente Donald Trump, quien había manifestado sorpresa por la condena. Lula, por el contrario, manifestó su orgullo por la decisión de la Corte Suprema de Brasil y reafirmó su apoyo a la independencia judicial del país.
Además, Lula publicó un artículo en The New York Times titulado "La democracia y la soberanía de Brasil no son negociables", en el que defendió la soberanía brasileña frente a las críticas internacionales.