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EL DIARIO digital
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San Lorenzo atraviesa una profunda crisis institucional que culminó este martes con la declaración de acefalía en la comisión directiva, tras una reunión marcada por una fuerte tensión y la presencia de la barra brava en el club. La sesión, que se celebró sin la asistencia del presidente Marcelo Moretti, logró el quórum necesario debido a las renuncias de varios dirigentes.
Aunque no se ha confirmado el número exacto de bajas, se sabe que al menos 11 de los 20 miembros de la comisión directiva debían presentar su dimisión para que se alcanzara el quórum. En la reunión ya se comenzó a firmar la documentación correspondiente, y el siguiente paso será la creación de una comisión transitoria encargada de convocar elecciones en un plazo de 60, 90 o 120 días.
El ambiente estuvo enrarecido por la presencia de la barra azulgrana, que se situó en la tribuna popular del club, habitual en los partidos, y gritó "que se vayan todos". Aunque no se produjeron incidentes mayores, un directivo que llegó tarde fue agredido y sufrió ataques contra su vehículo, lo que lo obligó a retirarse sin ingresar al club.
En declaraciones previas a la reunión, el vicepresidente segundo, Andrés Terzano, había anticipado que su bloque aportaría las renuncias necesarias. "La gestión fracasó y perdió toda credibilidad y legitimidad ante la masa societaria. Estamos convencidos de que el camino es convocar a elecciones en un plazo corto con un proceso de transición ordenado", sostuvo Terzano.
Además de Terzano, presentaron su dimisión otros dirigentes clave como Soledad Boufflet, Mateo Sagardoy, Leandro Virardi, Martín Cigna, Julio Lopardo, Marcelo Culotta, Javier Allievi, Alejandro Barros, Pablo García Lago, Pablo Levalle, Mariano Marino, Alan Navarro, Agustina Nordestrom y Emiliano Rodríguez.
Con esta situación, San Lorenzo enfrentará una etapa de transición, durante la cual se conformará una comisión provisoria encargada de organizar elecciones anticipadas. Este proceso será clave para intentar devolverle al club la estabilidad institucional que se ha perdido tras semanas de crisis dirigencial.