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EL DIARIO digital
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Con la primavera a punto de llegar, estas especies garantizan patios y balcones repletos de color, aroma y vida. Cuáles elegir y cómo cuidarlas para que florezcan al máximo.
Septiembre es el mes en que la naturaleza se despereza y la tierra invita a ensuciarse las manos. Con la primavera a la vuelta de la esquina, es el momento ideal para sembrar esas flores que llenarán de color cualquier patio o balcón durante los meses más cálidos.
La clave está en optar por especies que se adapten al clima templado argentino y darles cuidados básicos para que exploten en su máximo esplendor.
- Las margaritas son un clásico infalible: crecen a pleno sol o en semisombra, con suelos ligeros y riego constante. Eso sí, conviene vigilarlas de los pulgones.
- Los crisantemos son sinónimo de primavera. Prefieren luz indirecta, temperaturas suaves y un riego regular que evite la aparición de hongos.
Si la idea es sumar perfume, los alelíes son la elección perfecta. Prosperan en días cálidos y noches frescas, aunque hay que cuidarlos de mosca blanca y orugas.
- La siempreviva es todoterreno: resiste altas temperaturas y crece tanto en el jardín como en interiores soleados, aunque pide riegos ligeros y constantes.
- Las zinnias, fáciles y resistentes, florecen con pleno sol y toleran la sequía, pero no el exceso de agua.
- Los claveles aportan elegancia. Necesitan luz, suelos bien drenados y riego por goteo para evitar plagas.
- Por último, los cosmos llenan cualquier espacio de movimiento. Rápidos de germinar, agradecen el pleno sol y un riego moderado.
Con estas siete especies, el verano promete un jardín vibrante, lleno de colores y aromas. Solo hay que animarse a sembrar ahora: la primavera está a la vuelta de la esquina.