Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
El Presidente reunió a su Gabinete y resolvió crear una mesa política nacional con sus principales alfiles y otra de diálogo federal para contener a los mandatarios provinciales. Ratificó el rumbo económico y admitió la necesidad de autocrítica.
Un día después del golpe electoral en la provincia de Buenos Aires, Javier Milei reunió por segunda vez en la semana a su Gabinete y resolvió reorganizar la estrategia política. Según informó el vocero Manuel Adorni, el mandatario decidió conformar dos instancias de trabajo: una mesa política nacional, presidida por él mismo, y una mesa de diálogo federal con los gobernadores.
La primera estará integrada por Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y el propio Adorni. En territorio bonaerense se ampliará para incluir a referentes provinciales y a dirigentes de "Las Fuerzas del Cielo", la agrupación ligada a Caputo.
La segunda mesa buscará contener a los mandatarios provinciales y coordinar políticas con las provincias. "La derrota obliga a un profundo análisis y autocrítica", reconoció Milei, aunque ratificó que no habrá cambios en el Gabinete ni en la hoja de ruta económica.
Del encuentro participaron Luis "Toto" Caputo (Hacienda), Patricia Bullrich (Seguridad), Gerardo Werthein (Cancillería), Luis Petri (Defensa), Federico Sturzenegger (Desregulación), Mario Lugones (Salud), Sandra Pettovello (Capital Humano) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia), además de Karina Milei, Adorni, Menem y Santiago Caputo.
El Presidente reafirmó que se mantendrán los pilares de su programa: equilibrio fiscal, esquema cambiario, desregulación, reformas en Capital Humano, Defensa y seguridad. Desde Casa Rosada remarcaron que cualquier ajuste se concentrará en el armado político y no en una reestructuración ministerial.
En paralelo, Milei mantuvo reuniones con representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para avanzar en reformas económicas y medidas de impulso al sector privado. Con la mira puesta en octubre, el mandatario apuesta a ordenar su frente interno y mostrarse abierto al diálogo con los gobernadores, sin alterar su agenda de ajuste.