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"Chau lujo, hola Justicia": decomisan propiedades top del histórico secretario K

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La UIF dio el golpe y recuperó bienes por más de $150 millones ligados a Daniel Muñoz, el hombre que supo mover millones en las sombras del poder. Desde Villa Urquiza hasta paraísos fiscales, el rastro del dinero sucio empieza a cerrarse.

Cae el imperio Muñoz: de los pasillos de la Rosada a las manos de la Justicia

Daniel Muñoz fue mucho más que el secretario privado de Néstor Kirchner. Fue el encargado de cuidar secretos, maletas y, según la Justicia, de lavar millones. Hoy, parte de su lujoso legado se va por la canaleta de la Justicia: la Unidad de Información Financiera (UIF) logró decomisar bienes valuados en más de $150 millones.

El primer trofeo fue un coqueto departamento en Villa Urquiza, comprado con fondos de origen tan turbio como una noche sin luna. La propiedad, según reveló la UIF, estaba embadurnada de dinero sucio y pasó al Estado sin que mediara una condena firme. Así, se inauguró el uso del decomiso anticipado, una jugada que permite sacarle el jugo a la ley antes de que los culpables tengan sentencia.

De Villa Urquiza a Turks & Caicos: el tour del blanqueo VIP

Pero el botín de Muñoz no termina en Buenos Aires. El expediente judicial cuenta con decenas de propiedades tanto dentro como fuera del país. Lo más exótico: cuatro parcelas en las Islas Turks & Caicos, ese paraíso fiscal caribeño donde los peces nadan entre cuentas offshore.

Muñoz, que parecía más experto en real estate que en secretaría, se habría armado un esquema de inversiones de película, con compras en Nueva York, Miami y La Patagonia. Todo con la misma receta: corrupción, lavado y un toque de cinismo.

Según la UIF, este nuevo decomiso representa "una respuesta concreta al reclamo social contra el enriquecimiento ilícito". En otras palabras: al menos algo vuelve.

Turismo, offshores y cáncer: la caída del mayordomo millonario

La historia de Muñoz tuvo un giro de guion en 2016, cuando los Panama Papers lo pusieron en el centro de la escena. Junto a su esposa, Carolina Pochetti, manejaba una offshore en las Islas Vírgenes Británicas. De ahí se destapó toda la olla: propiedades en Estados Unidos, ventas millonarias, compras en Argentina y 30 millones de dólares que volaron rumbo a un emprendimiento turístico caribeño que nunca despegó.

Justo un mes después de la bomba periodística, Muñoz murió víctima de un cáncer fulminante. Pero sus bienes siguen dando pelea en tribunales.

"Lo importante no es solo condenar, es recuperar lo robado"

El titular de la UIF, Paul Strac, lo dijo sin rodeos: "Recuperar activos de la corrupción es tan importante como condenar. Es dinero que debe volver al servicio de la sociedad". La frase suena bien, pero mejor suena que esos millones no queden escondidos en bóvedas o en playas lejanas.

Hasta ahora, la UIF logró recuperar más de $150 millones ligados a las andanzas del secretario estrella del kirchnerismo. ¿Y lo que falta? Solo la Justicia (y alguna que otra filtración) lo dirá. Mientras tanto, los lujos de Muñoz empiezan a cambiar de manos. Y esta vez, sin escritura trucha.

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