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EL DIARIO digital
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Netanyahu redobla la presión militar y afirma que no abandonará su objetivo de derrotar totalmente a Hamas. El ejército todavía muestra reservas sobre una ocupación total de la Franja.
El gobierno de Israel volvió a subir el tono este martes y dejó en claro que una nueva fase militar en la Franja de Gaza está en carpeta. El primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió que derrotar a Hamas sigue siendo una prioridad indeclinable y amenazó con una operación "muy feroz y contundente" para liberar a los rehenes aún cautivos en el enclave palestino.
Durante una reunión con el jefe del Estado Mayor del Ejército, Eyal Zamir, que se extendió por más de tres horas, Netanyahu analizó las "opciones para continuar con la campaña en Gaza" y fue categórico: "Es necesario derrotar totalmente al enemigo en Gaza, liberar a todos nuestros rehenes y asegurarse de que Gaza ya no constituya una amenaza para Israel".
La postura del gobierno israelí deja al descubierto la intención de avanzar hacia una ocupación militar más amplia del territorio, pese a las dudas y advertencias que han surgido incluso desde el propio estamento militar.
Presión política y discurso de fuerza
La vicecanciller israelí, Sharren Haskel, fue más directa aún: "La única manera de recuperar a los rehenes es con una operación militar muy feroz y contundente que libere a la Franja de Gaza". En declaraciones a medios locales, la funcionaria señaló que "no pueden sobrevivir mucho más tiempo en manos de ese culto a la muerte que es Hamas".
La presión interna para actuar con más dureza coincide con un complejo escenario humanitario. Actualmente, se estima que aún quedan unos 50 rehenes en Gaza, y según datos oficiales, solo 20 de ellos estarían con vida.
Gaza devastada y en emergencia humanitaria
Mientras tanto, la situación en la Franja continúa en un estado crítico. Las agencias de la ONU y la Defensa Civil de Gaza alertan sobre una crisis humanitaria sin precedentes, con riesgo de hambruna, acceso limitado a alimentos y agua, y decenas de muertos a diario por los bombardeos. La infraestructura básica del enclave está completamente colapsada.
En este contexto, las declaraciones del gobierno israelí generan preocupación en la comunidad internacional, que sigue presionando por un alto el fuego duradero y una salida negociada. Sin embargo, la narrativa oficial en Tel Aviv insiste en que la vía militar es la única forma de garantizar la seguridad de Israel y recuperar a los rehenes.
La incógnita ahora es si el ejército israelí acatará una orden de ofensiva total o si persistirán las tensiones internas sobre el rumbo de una guerra que ya lleva más de nueve meses y deja un saldo devastador en vidas civiles.