Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Por si alguien pensaba que la política era un lugar para tibios, este miércoles quedó claro que el ring está abierto y las piñas vuelan sin filtro. Karina Milei, la hermana presidencial devenida en jefa de La Libertad Avanza, salió a escena pidiendo "destruir" al kirchnerismo y no "negociar con los restos del viejo sistema". Una declaración de guerra. Y del otro lado, Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes y flamante diputada de la Tercera, recogió el guante y le devolvió con los tapones de punta: "Detestan al Conurbano, nos desprecian", tiró, y de paso la acusó de "coimera". Así, sin anestesia.
El juego de redes ardió: Karina dictó cátedra libertaria en X, recordando que "el verdadero enemigo está en frente: el kirchnerismo", y que su cruzada no viene "con medias tintas ni discursos vacíos", sino con fuego sagrado y la certeza de ser "el lado correcto de la historia". No se anduvo con vueltas: "Vinimos a destruirlo".
Del otro lado, Mayrala protegida de Cristina que ni Axel podía vetar en las listasle marcó la cancha en menos de lo que canta un gallo: "A destruir a la provincia quieren venir. Por eso la desfinancian, no hacen obras, no mandan efectivos y llevaron la desocupación en el Conurbano a casi 10%". Como si fuera poco, le sugirió que, en vez de buscar enemigos afuera, empiece a responder "por todas las acusaciones que tenés de coimera".
El trasfondo es simple: mientras la interna libertaria hace agua con pases de factura y traiciones, los K juegan su propio partido y se abroquelan en el Conurbano. El cierre de listas bonaerense, lejos de calmar las aguas, terminó de prender la mecha. Mayra Mendoza, que consiguió su lugar en la boleta por orden de Cristina, ahora le marca la agenda a los libertarios.
Pero ojo: no hay casualidades. Los dardos entre Karina y Mayra son, en realidad, mensajes para la tropa. En La Libertad Avanza, la consigna es "lealtad o muerte", y la hermana del Presidente no tolera medias tintas ni experimentos con el PRO. En el otro rincón, La Cámpora blinda a los suyos en la lista y hace números para el futuro.
El clima es de guerra fría, pero con chicanas a cielo abierto. ¿Final abierto? Imposible saberlo. Pero algo está claro: nadie piensa retroceder ni un centímetro. Que corra la sangre, total, la grieta nunca cierra.