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EL DIARIO digital
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El jefe de la Unión Obrera Metalúrgica, Abel Furlán, reclama a la central obrera un plan de lucha "sostenido y escalonado" contra el ajuste y la proscripción política, en medio de divisiones internas y diferencias con el kirchnerismo.
La tensión interna en la CGT escaló a niveles que insinúan una nueva fractura, luego de que Abel Furlán, titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), exigiera a la cúpula cegetista discutir con urgencia un plan de lucha "sostenido y escalonado" contra el ajuste económico y la "proscripción" de Cristina Kirchner.
Furlán sostuvo que la CGT no puede permanecer inmóvil ante el ajuste, la represión y la proscripción política, y pidió que el movimiento obrero encabece una gran confluencia de luchas junto a estudiantes, jubilados, pymes y otros sectores afectados.
El pronunciamiento de la UOM se produjo tras la decisión de la mayoría de la CGT de dejar en "libertad de acción" a los sindicatos para participar en la marcha kirchnerista sin convocatoria oficial.
En el encuentro cegetista, la mayoría de los líderes expresaron críticas hacia el kirchnerismo por el trato dispensado a la dirigencia sindical durante años, con figuras como Hugo Moyano denunciando el abandono del movimiento sindical por parte de Cristina Kirchner y su entorno.
Pese a esto, la CGT emitió un comunicado en respaldo a Cristina Kirchner, convocando a los gremios y trabajadores a sumarse a la concentración para dar testimonio de acompañamiento y expresando que "los trabajadores y trabajadoras tenemos memoria y vamos a manifestarnos en las calles para repudiar la injusticia y la proscripción en defensa de la democracia".
Sin embargo, Furlán reclamó tres medidas urgentes a la CGT:
1 - Convocar a un Comité Central Confederal para debatir la situación nacional y coordinar una respuesta federal.
2 - Lanzar un plan de lucha nacional sostenido y escalonado con movilizaciones y paros generales.
3 - Pronunciarse en defensa de la absolución política de Cristina Kirchner, el rechazo al lawfare y la derogación de los superpoderes represivos.
El dirigente metalúrgico afirmó que "es tiempo de transformar la preocupación en acción colectiva" y llamó a la CGT a asumir un rol de conducción histórica para frenar el ajuste y la persecución política.
El mapa sindical actual está dividido entre un bloque mayoritario no kirchnerista y un sector minoritario alineado con Cristina Kirchner. Esta división se profundiza de cara al próximo congreso cegetista, previsto para octubre, que deberá elegir nuevas autoridades en un clima marcado por la fractura histórica del movimiento obrero.