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Síndrome de Amok, el trastorno que podría aclarar el crimen de Villa Crespo

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Un fenómeno psiquiátrico poco conocido emerge como posible causa detrás de la tragedia familiar ocurrida en un barrio porteño, revelando la importancia de la salud mental en contextos de alta tensión.

El brutal crimen de una familia entera en el barrio porteño de Villa Crespo, con la principal hipótesis de que Laura Leguizamón mató a su esposo y a sus hijos adolescentes antes de quitarse la vida, volvió a poner en discusión el impacto de los trastornos mentales no tratados.

En este contexto, comenzó a circular con fuerza la posibilidad de que la mujer haya padecido el síndrome de Amok, una explosión repentina de violencia extrema documentada por la psiquiatría.

Explosión de violencia

Este fenómeno, cuyo origen etimológico proviene del sudeste asiático y significa "atacar con furia sin control", se vincula a personas que, tras un periodo de tensión interna, aislamiento o depresión, protagonizan brotes de agresión desmedida contra su entorno más cercano, muchas veces con un desenlace fatal que incluye el suicidio.

Aunque no figura como un diagnóstico independiente en manuales como el DSM-5, se lo reconoce dentro de los llamados "síndromes culturales" por sus características clínicas. En varios casos, está asociado a trastornos psicóticos, depresiones graves o traumas no resueltos.

Carta perturbadora

En la cocina del domicilio se encontró una hoja A4 manchada de sangre, con frases sueltas escritas en distintos estilos de letra y un trazo tembloroso, lo que refuerza la sospecha de que Leguizamón no se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales al momento de redactarla.

Entre las frases más inquietantes, se pueden leer expresiones como: "Fue mucho. Los amo. Lo siento", "Todo mal, muy perverso" y "Les arruinaba la vida". La carta fue escrita con tinta negra, en una combinación de imprenta y cursiva, sin una estructura clara. Las frases aparecen fragmentadas, en una de ellas, "Íbamos a la calle", se observa una mancha de sangre justo sobre la palabra "calle".

Además de las frases principales, en el borde inferior del papel apareció una inscripción que dice: "Mi tel es 'L'". Se presume que podría referirse al patrón de desbloqueo del celular de la mujer, en forma de letra. En el margen derecho, también fueron halladas otras anotaciones que podrían ser contraseñas vinculadas a los teléfonos de los integrantes de la familia.

Esta pista cobra importancia ya que los dispositivos móviles fueron secuestrados y podrían contener información relevante para entender los últimos días de la familia. Los especialistas informáticos trabajan ahora para acceder al contenido de los aparatos.

Tratamiento interrumpido

En el departamento también se encontraron restos de medicación psiquiátrica: cajas vacías de sertralina, midax y olanzapina. Estos elementos refuerzan los testimonios de familiares y personas cercanas, que habían advertido sobre el tratamiento psicológico al que Leguizamón estaba sometida.

La Justicia ordenó una pericia caligráfica sobre la carta. Para ello, se secuestraron carpetas escolares de los hijos y una lapicera con la que se sospecha pudo haber sido redactado el escrito, con el objetivo de identificar huellas digitales que certifiquen su autoría.

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