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EL DIARIO digital
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La selección argentina terminó el 2025 con un amistoso de oficina, que terminó ganando por 2-0. Viajó hasta Luanda, la capital de aquel país africano, para hacer de partenaire del festejo por los 50 años de la independencia de ese país. Fue invitado de lujo a una fiesta popular (entradas a un dólar, asueto para los empleados públicos). En el campo de juego, soportó una primera media hora de incomodidad ante la selección número 89 del ranking de la FIFA y, de a poco, entró en partido.
En el último ensayo del año -se canceló volver a la concentración en Alicante y tampoco hubo un segundo encuentro confirmado-, Argentina se puso 1-0 tras una asistencia de Messi a Lautaro Martínez. En la segunda parte, y cuando Scaloni ya había empezado a rotar, los roles se invirtieron: la Pulga convirtió tras pase del ex delantero de Racing.
El amistoso tuvo la participación de cuatro nuevos debutantes en el ciclo Scaloni: Kevin Mac Allister, Máximo Perrone Gianluca Prestianni y Joaquín Panichelli. Emiliano Buendia también ingresó desde el banco de suplentes para suplir a Thiago Almada -el mejor argentino adentro de la cancha-, quien sufrió un corte en su frente.
El partido de Messi se pareció mucho a los que disputa con la camiseta rosa de Inter Miami: es más selectivo en los momentos y acelera solo cuando tiene la certeza de que puede desnivelar. Por momentos 10, por momentos rueda de auxilio de Lautaro Martínez, salió a cinco minutos del final, reemplazado por Panichelli. Los angoleños festejaron su gol como si hubiese sido de su propia selección. Fue la verdadera estrella del partido, más allá de que no se destacó como en otras presentaciones.
El amistoso edulcorado y bajas calorías en Angola le deja pocas certezas a Scaloni: Rulli cumplió en el arco, "Cuti" Romero juega a todo o nada incluso esta clase de partidos y Almada confirmó que hace tiempo dejó de ser alternativa para convertirse en realidad. El signo de alarma pasa por el rigor físico que impusieron los angoleños en casi todo el partido. A los mediocampistas argentinos les costó entrar en ritmo y muchas veces perdieron los duelos. Esa falta de energía no influyó en el resultado. La Argentina terminó el año con victoria y ya piensa en 2026, con la Copa del Mundo en el horizonte.