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Santino Rosendo Aranda: "Voy a dejar todo por este sueño"

Santino prepara una derecha durante la final del Regional Sub 16 en el CEC
Santino prepara una derecha durante la final del Regional Sub 16 en el CEC.
El tenista de 14 años viajará en los próximos días a una gira de un mes por Estados Unidos. Jugará el tradicional Orange Bowl y dos torneos oficiales de relieve. 

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EL DIARIO digital

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Tiene 14 años, es de Toay, y desde hace tiempo su nombre empezó a sonar con fuerza en el tenis argentino. Con el apoyo incondicional de sus padres, Diego y Mariela, Santino Rosendo Aranda combina estudio, disciplina y una determinación que sorprende para su edad.

En esta charla con El Araucanito repasa su año deportivo, su crecimiento y el desafío que lo espera: una gira de un mes por Estados Unidos.

— Si tuvieras que hacer un análisis del año deportivo. ¿Qué dirías?

—Como dije otras veces, con altibajos. Arrancó en enero con la pretemporada, tuve cambio de raquetas, que fue importante. El primer regional no lo pude jugar porque terminaba la segunda parte de la gira en Sudamérica, y fue una buena experiencia. El primer Nacional y COSAT en Mendoza fue algo que no salió como esperaba. Fueron malos resultados, obviamente. Perdí en primera, pero a partir de ahí fue mejorando. Gané el Regional, tuve confianza y eso me sirvió para el Nacional y COSAT en Buenos Aires, donde hice cuartos y semis; y fui campeón de dobles en el Nacional y finalista en el COSAT.

Después llegó la posibilidad de ir a jugar a Brasil, tuve la oportunidad de jugar un torneo de césped, que fue una experiencia única. No todos tienen la posibilidad: se juega en muy pocos lugares del mundo, pero fue muy lindo estar en Brasil. Los primeros cuatro iban a Wimbledon Sub 14, estuve muy cerca, pero no alcanzó. El partido que perdí, lo perdí con uno que pasó a jugar en Inglaterra. Me ayudó mucho para recuperar la confianza y las ganas, porque volví mejor: gané Regional, singles, después un Nacional.

Jugué el último COSAT Sub 14 y el Nacional en Rosario. Finalmente jugué en Córdoba, el último 14, y gané. Arranqué también en 16 y aunque perdí, pude haber ganado porque tuve match point, pero perdí 7-6, 6-7 y 4-6. Salí campeón en dobles y ese fin de semana jugué la qualy de un ITF, que son torneos previos al profesionalismo. Gané en qualy, no lo esperaba, y perdí 6-4 y 7-5 el segundo partido. En el COSAT 16 siguiente pasé primera y perdí en cuartos; fui subcampeón de dobles. Y tuve una excelente semana en el Nacional en Córdoba.

—¿Cómo fue la primera experiencia en 16 y jugar contra chicos más grandes, en una categoría donde la velocidad y la potencia son distintas?

— Fue esta última parte del año donde jugué con chicos 16. En el Regional, acá, jugué con chicos más fuertes, que tienen otros niveles. Tal vez el año que viene, que va a ser mi primer año, me cueste la adaptación, pero tengo claro que donde hay que buscar objetivos es en el segundo año. En lo personal me quedo con el año en 14, con dos títulos nacionales en singles, campeón en dobles tres veces. Aunque terminé número 2, llegué a estar número 1 del país. El año pasado terminé 20 en el ranking.

—En el tenis, la fortaleza mental es decisiva. ¿Te reconocés fuerte en ese aspecto?

—Me han dicho que tengo esa fortaleza mental, y espero mantenerla.

—Un ejemplo fue la semi del Regional en Santa Rosa, contra Joaquín Vulcano, cuando estabas set abajo y 2-4.

—Fue un partido muy lindo. Estaba 6-2, 4-2 y pude ganarlo, en semifinales. Fue muy parejo ese partido y lo voy a recordar. En la final, con Lorenzo March, estaba muy agotado física y mentalmente, porque también tenía los estudios. Hice un buen primer set y me pude defender en el segundo.

—Vas a jugar en Estados Unidos, en el Orange Bowl, un torneo histórico donde compitieron Juan Martín Del Potro, Mariano Zabaleta y Sebastián Báez entre otros. ¿Tomás dimensión de lo que eso significa viniendo de La Pampa, una provincia sin tanta tradición tenística?

—Me parece que es algo muy difícil llegar tan lejos desde una zona donde no hay tanta historia tenística. Desde una provincia más grande tal vez llegar es más fácil, hay más opciones, más cosas, estás más cerca… Desde acá es mucho el esfuerzo que se hace, sobre todo, para estar en los torneos más importantes del país.

—El Orange Bowl será parte de una gira de un mes por Estados Unidos. ¿Qué esperás de esa experiencia?

—Creo que va a ser una experiencia única. Estarán los mejores chicos del mundo en mi categoría, en los tres torneos que vamos a jugar. Me vengo preparando bien, he entrenado mucho en cemento, ya que dos de los torneos se van a jugar en esa superficie. En Estados Unidos el 95% de los torneos son en cemento.

—Solo te falta jugar en carpeta. ¿Qué superficie te ha gustado más hasta ahora?

—He jugado en indoor sobre polvo, el césped me encantó y creo que podría acostumbrarme si hay que jugar, pero ya son torneos casi ATP. Me gustó mucho y me sentí cómodo. En cemento siento que puedo responder, pero fue la superficie que más me ha costado; no va muy de la mano con mi juego y tengo que practicarla mucho.

—Decidiste dejar Toay e instalarte en 2026 en Río Cuarto. Un cambio grande para tu vida.

—Es un cambio grande. Dentro de todo está cerca, pero no deja de ser un cambio grande, aunque no gigante. Voy a estar viviendo fuera de casa, lejos de mis amigos y de mi familia. La mayoría de los chicos con los que he jugado entrenan mucho más que yo y eso es algo que se notaba en algunos casos. Ahora voy a poder jugar contra muchos más chicos, de diferentes niveles, par a par. Es también una de las cosas por las que voy pensando en progresar. Tengo que adaptarme a una nueva vida, pero sé que es lo mejor, que me va a ir bien y que va a valer la pena.

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